Melgar amaneció sin técnico. Jorge Pautasso y el íntegro de su comando técnico decidieron dimitir luego del 6-0 recibido en Ecuador a manos de la Universidad Católica que los deja tácitamente eliminados de la Copa Sudamericana.
La decisión del entrenador argentino no sorprendió en la interna del plantel. Hasta era predecible que presente su cargo a disposición ante tremenda vergüenza internacional, pero el rafaelino fue más allá. A su decisión le colocó la etiqueta de IRREVOCABLE.
Aunque el resultado llamaba a tomar medidas correctivas drásticas en la interna, Pautasso vio por conveniente dar un paso al costado dejando el problema instaurado en el equipo. Su salida no será solución y eso lo sabe, pero se ha dado cuenta que mucho no puede hacer para cambiar esa realidad.
Fueron 139 días en Arequipa, desde que llegó un 2 de enero y se fue un 21 de mayo. Su paso no quedará desapercibido. Trató de instaurar un estilo de juego que por momentos dio resultados especialmente en el plano internacional.
La buena campaña que realizó en Libertadores tapó lo mal que se trabajaba en la Liga 1. Con el discurso de que había que priorizar el torneo internacional, los rojinegros se han visto desplazados a los últimos casilleros del campeonato local. En posiciones inusuales desde el 2014 cuando se inició el proyecto Reynoso.
La mejor ubicación que tuvo en 14 fechas del Apertura fue el puesto 6 (10ma. fecha), luego ha transitado por el 11vo., 16vo. 17vo., etc. Actualmente marcha 13vo. a 6 puntos de la zona de descenso y a 16 del puntero.
Pero esos números nunca se tomaron en serio porque el equipo seguía compitiendo internacionalmente con resultados tan inesperados como auspiciosos como el 0-0 en Santiago de Chile o la victoria en Colombia 1-0. Y es que en el plano internacional, Melgar asumía su papel de equipo chico que espera hacer un buen papel y lo consiguió.
Avanzó de la fase previa a la Fase de Grupos. Hasta la edición 2018 de la Libertadores, el dominó debería estar eliminado, pero este año se abrió una nueva opción que era pasar a la Sudamericana. Los rojinegros desde la empataron en la primera fecha 0-0 con San Lorenzo en Arequipa sabían que el puesto por el que había que pelear era el tercero y lo lograron en una de las mejores campañas internacionales que se le recuerde al dominó.
Aunque muchos piensan que lo hecho fue bueno o mejor que el torneo local se equivocan. Melgar, hasta antes del partido en Ecuador, había disputado internacionalmente 10 partidos de los cuales ganó 4, empató 2 y perdió 4. Su producción bordeó el 48 %, 14 puntos de 30 posibles.
En el plano local disputó 42 puntos (14 partidos) de los cuales ganó 17 que significan el 40 % de rendimiento estadístico.
El caballito de batalla de Pautasso y de su plantel siempre fue el torneo internacional. El equipo futbolísticamente fue decayendo mucho y eso era más notorio por la seguidilla de partidos en la Liga 1. Los últimos cuatro partidos fueron derrotas (2) y empates (2), pero era llevadero porque el equipo ganaba en Colombia y "avanzaba" a la Sudamericana.
Resultados como el de ayer te abren los ojos de golpe. Un 6-0, en el caso de este equipo, simplemente se puede tomar como la sumatoria de todo lo malo que se venía haciendo. La defensa perdió solidez con el paso de las fechas donde creció la figura de Cáceda que fue vital en todos los partidos para sumar un o tres puntos.
La volante también decayó en su producción. Sánchez y Arias fueron lo más regular, el aporte de Vidales y Gómez ni se sintió. Adelante solo se tenía a Cuesta como garantía de gol, y el reflejo se vio claramente en la Fase de Grupos en 6 partidos solo anotaron 2 tantos.
Pasar de fases previas a la de grupo fue el mayor logro de Pautasso, así como el hacer debutar a 7 juveniles obligado por la necesidad de dar descanso a sus titulares que jugaban la Libertadores. Pero solo los uso para pagar la Bolsa de Minutos, luego de eso ni los miró.
En la Liga 1, de los 36 jugadores que sacó en lista tuvieron la posibilidad de jugar 34 lo que demuestra que nunca tuvo un equipo base y que siempre estuvo rotando y buscando opciones. En la Libertadores y Sudamericana fue diferente solo actuaron 21 jugadores de 32 inscritos.
Pautasso deja a Melgar sumido en una crisis que no se vivía desde el 2011 cuando Techera dejó el equipo y Wilmar Valencia lo asumió.
El argentino deja Arequipa por la ventana. Quizá lo que pasó en el camino entre el estadio Atahualpa y la concentración pesó mucho en su decisión. No esperaba una reacción tan agresiva de los hinchas que viajaron hasta Quito, pero también era lógico que lo hicieran porque nunca el dominó fue tan humillado internacionalmente.
O tal vez sintió que la rabona y posterior expulsión de Gómez era todo el respaldo que podía conseguir de sus jugadores.
En todo caso no debió irse así no lo merecía ni él ni el club que le dio la oportunidad de debutar como entrenador. Un 6-0 obliga a tomar decisiones, pero no estas porque claro está que el problema no solo es él sino muchos de sus jugadores, pero optó por lo más cómodo irse y dejar tirado un proyecto que en enero ilusionaba y que ahora es una pesadilla.
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