Tras un año en la Copa Perú, Gustavo Torres Quispe volvió
al fútbol profesional. El arequipeño ha encontrado en Sport Boys la oportunidad
de estar en la elite del balompié peruano y no la desaprovecha, es titular
regular en uno de los equipos más tradicionales del Perú.
“Tras salir de Melgar, el año pasado jugué la Copa Perú en Ugarte y ahora
lo hago en Boys, donde me va bien. A inicios de año me llamó Johan Vásquez, me
comentó sobre el proyecto del club que era apostar por gente joven y acepté la
propuesta”.
El miraflorino de 23 años de edad en marzo del 2013 debutó
profesionalmente en el partido Melgar – Inti Gas en Arequipa. En el 2014 salió
campeón nacional con la reserva, un año después fue campeón nacional del
Descentralizado con la dominó, en el 2016 jugó la Copa Libertadores y también
la Libertadores Sub-20 de Paraguay. En diciembre del 2017 terminó su contrato
con el dominó y aunque en un inicio tenía la intención de renovar, su futuro
dio un vuelco total.
“Yo hablé con la gente del club cuando terminó mi contrato. Me ofrecieron
firmar por dos años más, acepté. La verdad no sé lo que pasó después, lo
desconozco. Yo pensé que estaba en Melgar por lo que había conversado con el
jefe de equipo (Gustavo Vivanco), pero me llaman y me dicen que no seguía, me
dejaron en el aire”.
Al “Pekín” no le dolió dejar Melgar, sabe que el fútbol es así. Lo que le
molestó es la falta de sinceridad. “Confié en lo que me dijeron. Descarte otras
propuestas que tenía como la del mismo Boys y la de Binacional”.
Sin opciones en el fútbol profesional, comenzó a buscar la otra
alternativa: la Copa Perú. El 2018 lo inició en Bolognesi de Tacna y luego en
Ugarte de Puno con el que llegó hasta los octavos de final.
“Estoy tranquilo en Boys, estoy jugando y eso es lo que uno quiere. Claro
que tenemos que mejorar más porque nos encontramos en una zona complicada en la
tabla, pero confío en que lo haremos”.
No es el único arequipeño en el cuadro del Callao, también está el portero
Jonathan Medina, quien es titular recurrente en el arco porteño.
Actualmente está en Asia, al sur de Lima, realizando una pequeña pretemporada con Boys, lo
que se viene será muy complicado y se están preparando para afrontarlo. “Yo
solo quiero seguir jugando y aportar al equipo”.
Antes de despedirse manda un saludo a su hermano mayor, Eduardo, que juega
en el otro extremo del Perú, Credicoop de Juliaca. “Lo felicito, está en un
equipo que quiere campeonar en la Copa Perú y sé que le saldrán las cosas
bien”.
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