Por ganar la Copa Perú es detenido, presidente renunció y Arequipa se une a favor de Melgar



La noche del 8 de mayo de 1971, Melgar logró el título de la Copa Perú y ratificó su derecho, que había conseguido el 5 de mayo tras ganar a Cienciano 1-0, de regresar por la puerta grande al Descentralizado, ese torneo al que fue invitado en 1966 y del cual fue expectorado injustamente por un reglamento totalmente centralista: para que un equipo provinciano pueda continuar en el campeonato debía terminar entre los 7 primeros de la tabla de posiciones, Melgar quedó octavo.
Lucho cinco años para volver al Descentralizado. El 67’ quedó cuarto en la finalísima, en el 68’ quinto, en el 69’ y 70’, como avisando lo que pasaría en el 71’, fue subcampeón nacional.
De cómo Melgar consiguió el título del 71’ se ha escrito por demás. De ese gol agónico de Luis Ponce Arroé a los 43’ del segundo tiempo, también se ha hablado mucho y hasta se le ha ensalzado porque fue uno de tantos históricos que cada vez que se cuentan ganan en espectacularidad.
El volante rojinegro, que a en esas alturas estaba en la mira de Universitario y de Defensor Lima, tras recibir un pase de Leiva se sacó del camino a dos rivales para disparar al arco de Arenas. Cuenta la crónica escrita por Andrés Ugarte Váldez, enviado especial que Correo acreditó para cubrir la finalísima en Lima, que al ver la intención de rematar de Ponce Arroé su compañero de equipo, Raúl el “Cholo” Rossel, se tiró al piso para no interponerse en la trayectoria del balón que terminó en el ángulo superior izquierdo del pórtico del CNI de Iquitos.
Pero qué pasó después de ese partido, es una historia que pocos conocen.



 
MILERA CELEBRÓ EN LA CARCELETA
Ugarte Váldez y Alex García Sotomayor, cronista de El Pueblo, coinciden que después del tanto de Ponce Arroé, goleador de esa finalísima con 7 tantos, y tras el pitazo final del árbitro Carlos Rivera, cientos de aficionados invadieron el gramado del estadio Nacional.
El vestuario fue un loquerio, la mayoría de futbolistas ingresaron en calzoncillos o en short. Los hinchas les quitaron la ropa. Se cantó el himno de Arequipa, todo fue risas, abrazos y llanto por el objetivo alcanzado. Alegría total e indescriptible, que duró muy poco. En el momento de mayor euforia efectivos de la PIP (Policía de Investigaciones del Perú) ingresaron y detuvieron al técnico rojinegro Walter Milera.
¿Pero por qué? Horas antes el partido, el entrenador de CNI, el abogado cusqueño Juvenal Tello Lezana, presentó en la comisaría de Chaclacayo una denuncia por soborno contra el entrenador melgariano. Argumentó un supuesto soborno, su arquero Jorge Arenas había recibido 18 mil soles de Milera para que “se haga meter muchos goles”.
El capitán de la desaparecida Guardia Civil, José Gálvez Coronado, y encargado de esa dependencia policial, recogió la denuncia y la informó al Juzgado Instructivo de Turno que determinó la detención del estratega.





Tello también puso sobre aviso a la Federación Peruana de Fútbol a la que pidió la descalificación de Melgar. Es por eso que tras el compromiso con el Dominó se le notó ofuscado y envalentonado. “De todas maneras hemos ganado, los puntos son nuestros”, declaraba muy confiado a la prensa limeña.
En el atestado policial, el portero Arenas contó que Milera le había entregado 18 mil soles para que se deje meter goles. “Fui donde mis dirigentes y mi entrenador y les conté todo”, narró. Pero fue más allá, aseguró que el DT rojinegro había hablado con otros jugadores y que el que había sido el nexo fue su compañero de equipo: Lorenzo Márquez.
La denuncia por soborno se interpuso en la comisaría de Chaclacayo, y fue el Juez Instructor de Turno, Augusto Tambini del Valle, el que ordenó a la PIP la detención de Milera para que lo pongan a su disposición.
Mientras en Arequipa, cuentan las notas periodísticas del 9 y 10 de mayo, la fiesta se desbordó la noche del 8 de mayo, y la población, muchos en pijama, salió a la Plaza de Armas a cantar el himno de Arequipa, y a tirar confeti desde los balcones de sus casas, el DT de Melgar era esposado.
“Es completamente falso lo que afirman, soy ajeno a toda esta maniobra”, declaraba Milera a los periodistas de Arequipa que fueron tras él y olvidaron las celebraciones. El presidente Javier Chirinos Stein, y los dirigentes que viajaron a Lima como Gustavo Vela, Víctor Valdivia y Eduardo Valencia Jiménez, que fue presidente cuando se logró el campeonato del Descentralizado 1981, no abandonaron a su coach.



El domingo 9 de mayo se comenzaron a pronunciar las autoridades competentes. El presidente del tribunal de penas de la FPF, Gastón Sotillo, sentenció que “Melgar era el campeón”. Hasta el presidente de la República, el “Chino” Juan Velasco Alvarado, que en 1968 había dado golpe de Estado a Belaúnde e instauró el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, declaró: “Melgar ganó, ganó la Copa Perú”.
Chirinos Stein adelantó que la defensa de Milera estaría a cargo de su primo, el abogado Enrique Chirinos Soto. El alcalde de Arequipa, José Luis Velarde, también se mostró indignado con este complot que buscaba desmerecer el título de Melgar.
Los jugadores retornaron a Arequipa el domingo 9 y eran recibidos como héroes nacionales, pero el estratega seguía detenido. Su caso fue derivado al Quinto Juzgado Penal de Lima que inició las investigaciones por el delito de estafa contra el club CNI de Iquitos.
Recién a las 4:30 de la tarde del 11 de mayo, Milera salió de la carceleta. El juez instructor Tambini ordenó la liberación del estratega con el compromiso de que asista la vez que sea requerido por el juzgado. El proceso también involucró a Juvenal Tello, y a los jugadores del CNI Jorge Arenas y Lorenzo Márquez.
 
JUGADORES PARARON
Los que conocían la realidad de Melgar se preguntaban de dónde Milera había sacado 18 mil soles si el club arequipeño había viajado a Lima franciscanamente. Es más, previo al partido con Cienciano (penúltima fecha), los jugadores pararon. No quisieron entrenar ni jugar porque les debían su sueldo. Los dirigentes tuvieron que recurrir a la FPF para solicitar un préstamo de 50 mil soles que lo repartieron entre el plantel, solo así se calmaron los ánimos.
 


TERREMOTO
El título de 1971 no solo trajo alegría a Arequipa, sino también varios dolores de cabeza por la incertidumbre del futuro de un club que pese a ser grande en hinchas siempre andaba con las arcas vacías.
Mientras todos seguían festejando, los dirigentes veían con preocupación lo que se venía. La FPF oficializó que el Descentralizado 1971 arrancaba de inmediato y dejaba sin posibilidades al equipo mistiano de armarse con otros futbolistas del medio local.


Melgar debutaría el 30 de mayo ante José Gálvez de Chimbote y no tenía equipo confirmado. Ya desde días antes de la final de la Copa Perú, los medios arequipeños anunciaban que varios jugadores eran tentados por equipos de Lima. Universitario pretendía a Ponce Arroé para reemplazar a Roberto Challe. Defensor Lima y Cristal también habían puesto la mira en varios rojinegros.
La noche del 12 de mayo se reunió la dirigencia de Melgar para definir el plan de trabajo con miras a la campaña profesional. Se pusieron las cartas sobre la mesa. Se proyectó que eran necesarios 3 millones de soles para mantener al plantel campeón y reforzarse, pero no había de dónde sacar tamaña cantidad de dinero.
Eso provocó, tal como lo informan Correo y El Pueblo, en sus ediciones de 13 de mayo, que el presidente Javier Chirinos renunciara irrevocablemente al cargo.
En la carta que se hizo pública justificó su decisión en tres puntos. El primero fue por la falta de apoyo del comercio, banca, industria y ciudadanía de Arequipa. El segundo por la pobre economía del club que hacía imposible afrontar los problemas económicos que se venían. Y el tercer motivo fue porque Defensor Lima envió a Arequipa a su delegado, Federico Uriarte, para contratar a Ponce Arroé, César Ticona y otros más. Esa misma noche tomó el cargo el dirigente Víctor Zamora.
Tras quedar en libertad tras tres días detenido, el 13 de mayo Milera retornó a Arequipa. Fue recibido como un hijo más. El porteño, nació en el Callao el 28 de abril de 1942, se emocionó hasta las lágrimas por el apoyo del aficionado que se esperó en el aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón.



“Ganamos la Copa y derrotamos a la calumnia. Se terminó la pesadilla”, dijo en medio de aplausos. Se armó una caravana que lo llevó hasta el centro de la ciudad.
Se reunió con el presidente Zamora y los demás dirigentes de Melgar para definir su continuidad. Es más, confirmó a la prensa el inicio de la pretemporada y los planes para afrontar el Descentralizado. “Lo único que pido a Arequipa es que no deje marchar a sus campeones”, indicó.
Su entusiasmo fue efímero. Viajó con la delegación a Trujillo donde se programó el partido con Gálvez de Chimbote. Pero mientras el equipo estaba en plena travesía, a Arequipa llegó de forma sorpresiva el entrenador argentino Norberto Fernández Cabral quien se reunió con los dirigentes Francisco Recavarren y Óscar Dávila para ultimar su contratación.
Milera dirigió en el debut el 30 de mayo (1-1 Gálvez) lo confirma Víctor Rocha el reportero de El Pueblo que viajó a ese partido. Al retornar a la Ciudad Blanca se le informó que no continuaría en el cargo.
En ese partido sucedió algo muy extraño. El portero rojinegro José Valderrama se anotó un autogol en una jugada rara. “En una jugada jamás vista el golero Valderrama batió su propio arco. En su afán de sacar el esférico con la mano hizo un extraño y el balón ingresó al fondo de la red”, El Pueblo 31 de mayo. El empate para Melgar lo consiguió Eduardo Márquez que ingresó en el complemento en reemplazo de Raúl Rossel.





 
SE CONVIERTE EN GRANDE
Polémica de siempre ¿Desde cuándo Melgar es considerado el equipo más grande de Arequipa? Históricamente el Dominó ha marcado hitos, fue el primer equipo arequipeño en jugar en Lima (1919), pero siempre el protagonismo del balompié mistiano lo compartía con otros equipos de igual o mayor arraigo: Independencia, Aurora, Piérola y White Star.
El despunte de popularidad se inició en 1966 cuando representó a Arequipa en el primer Descentralizado, pero se concretó en 1971 cuando ganó la Copa Perú y por coyuntura unió a toda Arequipa no solo en la celebración del título sino en el sentimiento de identidad y de compromiso que hizo florecer en la población arequipeña.
Cuando el equipo retornó a Arequipa con la copa, el 9 de mayo, más de 8 mil arequipeños los recibieron en el aeropuerto, eran las 12 del día. Tal fue el desorden que el trofeo lo trasladó el alcalde Velarde en el techo de su carro encabezando una caravana de unos mil vehículos. Por su parte la mayoría de futbolistas se trasladaban en autos particulares de familiares y amigos a sus domicilios.



“Vi tanta gente que abordé mi carro y me fui a mi casa, no estuve en la plaza”, cuenta Ponce Arroé, quien –  narra Correo – sufrió una descompensación y casi se desmaya por el asedio de los aficionados cuando bajaba del avión Faucett.
La Copa Perú tardó en llegar a la Plaza de Armas aproximadamente 3 horas. De los jugadores, los únicos que pudieron apersonarse al Salón Consistorial de la municipalidad fueron Eusebio Leyva, Jesús Neyra, Carlos Bermejo y Elard Delgado. Los demás no lo pudieron hacer.
Para evitar más desorden, tres minutos antes de que la delegación ingrese al centro de la ciudad se perifoneó que los campeones no iban a llegar a la plaza, de esta forma se provocó que muchos aficionados optaran por retirarse a sus casas.
Pero muchos también se quedaron celebrando en la pileta y en los portales, y fueron sorprendidos cuando el trofeo llegó en manos del alcalde. Hubo un pequeño acto de reconocimiento popular, pero recién días después se organizó una ceremonia como merecían los campeones.



El 15 de mayo la Municipalidad Provincial de Arequipa organizó un homenaje a los rojinegros con la Plaza de Armas casi llena. Se les entregó la Medalla del Deporte de la Ciudad, y la ceremonia terminó con desfile donde participaron las bandas de los colegios Juana Cervantes y el Nacional de Miraflores.
Los jugadores fueron paseados en un camión de la Coca Cola. Delegaciones de los colegios Gran Unidad Escolar Mariano Melgar, Independencia Americana, El Carmen y las divisiones menores del club Carsa animaron el pasacalle que terminó en el local del club que se ubicaba en la calle Santa Domingo.
 
AREQUIPA ES MELGAR, MELGAR ES AREQUIPA
Ese mismo sábado, antes de la distinción, el alcalde junto a empresarios, dirigentes del club y autoridades políticas de la ciudad crearon el Comité de Apoyo Pro Melgar con el que se movilizó a toda la sociedad mistiana para recaudar fondos que ayuden a afrontar decentemente el Descentralizado.
En esa reunión, de hace 50 años, se tocó una propuesta con la que muchos estuvieron de acuerdo: convertir al club en sociedad anónima. Lamentablemente no se ha concretado aún.
El Banco del Sur instaló cuatro alcancías en sus agencias y puntos estratégicos de la ciudad, solo el 15 de mayo se reunió 130 mil soles.



Hubo iniciativas para resaltar como la de los alumnos del colegio Independencia América que decidieron donar las propinas de toda una semana, cada integrante del Sindicato Único de Choferes de Arequipa entregó 30 soles, y se declaró el 18 de mayo como el Día de la Ayuda al Deporte Arequipeño donde se iba a realizar una colecta masiva.
Para esa jornada se logró el apoyo de los cadetes del colegio Militar Francisco Bolognesi, un grupo de muchachas de diferentes colegios de Arequipa y alumnos de la Escuela Nocturna N.º 103, quienes se iban a trasladar a diferentes puntos de la ciudad.
El 16 de mayo se realizó una radio maratón denominada Arriba Melgar organizada por el diario Correo y Radio Arequipa. En esa campaña los jugadores de Melgar subastaron ropa deportiva, entre ellos los chimpunes con los que Ponce Arroé anotó el gol a CNI, fueron vendidos a 2 mil soles. En total se logró juntar 90 mil soles.
“Nos pidieron las camisetas, pantalones cortos y los chuzos (zapatos de fútbol), las medias felizmente no nos quitaron. No nos quedamos con nada, todo lo pusieron en la venta para solventar la campaña”, cuenta Ponce Arroé.



El club Carsa donó la taquilla (9 mil soles) del partido por Copa Perú con la Escuela Normal de Tacna, que ganó 5-1. El inspector de Deportes de Consejo Provincial, el periodista Tirso Borja Vizcarra, entregó el presupuesto que se le asignó (20 mil soles), igual cantidad reunió el diario Correo.
El Pueblo también entregó un óbolo y organizó una campaña de recolección de fondos. En sí toda Arequipa se unió.
En paralelo el Comité Departamental de Arequipa, a cargo del coronel Víctor Mendizabal Esparza, inició la ampliación del estadio Melgar construyendo dos filas más de graderías en las tribunas oriente, sur y norte. En total se habilitaron 3 mil asientos más para llegar a una capacidad de 14 mil 500 espectadores que era el requisito que pedía la FPF para ser sede del fútbol profesional.

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