Hace 30 años, un 26 de noviembre de 1993, Arequipa amaneció conmocionada. El noticiero de radio Melodía despertaba a todos sus oyentes con una trágica noticia: asesinaron a Ricardo Gonzáles García, joven portero de Melgar.
Samuel Zevallos, jefe de equipo, el utilero Felix Tapia,
el entrenador Fredy Bustamante y sus compañeros de puesto: Luis Zanabria y
Gustavo Bobadilla; fueron los más afectados. En general, nadie lo podía creer.
Un día antes, el jueves 25, Gonzáles había atajado en el
segundo tiempo del amistoso que se disputó con Aurora y que terminó en un claro
5-0 a favor melgariano. El Loco entregó su valla invicta.
Luego del compromiso el guardameta limeño salió junto a dos amigos a libar en el parque La Recoleta. Las crónicas periodísticas narran que estaban tomando ron dentro de un auto Volkswagen. A unos metros de ellos estaba otro grupo que hacía lo mismo, hasta que se produjo un altercado entre ambos bandos cerca a la 1:05 de la madrugada del viernes 26.
La gresca se inició cuando Gonzáles y sus amigos se
burlaron porque Yimi Pinto Fuentes y su hermano Renzo se habían caído cuando
pretendían montarse en una motocicleta.
Comenzaron los insultos y las amenazas, los vecinos
llamaron a la Policía pero nadie vino.
Renzo Pinto contó días después en una entrevista que en
su grupo había seis personas, entre ellas dos mujeres, que el portero y sus
amigos se burlaron y los agredieron con fierros y botellas, y que ellos solo
respondieron.
Pero la versión oficial es que tras un primer altercado
ambos grupos se dispersaron, pero Pinto y sus amigos regresaron provistos de
armas blancas. Se trenzaron a golpes, el que llevó la peor parte fue Ricardo al
que Yimi le clavó un verduguillo en el corazón.
Al verlo inconsciente y sangrando sus amigos lo llevaron
a la clínica Arequipa, que estaba a unos 500 metros, donde falleció minutos después.
Los atacantes huyeron.
Ese viernes fue un drama. En la madrugada Melodía daba la
información y los medios escritos buscaban testigos que brinden mayores luces de
cómo sucedió el asesinato.
Sus compañeros de equipo estaban conmocionados, el
comando técnico conformado por Fredy Bustamante, José Aguayo y Emilio Campana
no sabían que hacer. Cómo entrenar si el grupo estaba sentido y dos días
después, el domingo 28, tenían que jugar en Trujillo frente Mannucci.
La dirigencia pidió a la Asociación Deportiva de Fútbol
Profesional la suspensión del partido; pero respuesta fue negativa. Los
rojinegros ganaron 2-1 con tantos de Jorge Lazo.
El sábado 27, tras velar el cuerpo en el local del club,
el féretro fue enviado en Lima vía aérea. Un grupo de hinchas de la barra León
del Sur fue a despedirlo al aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón.
Las tragedias no llegan solas. Ese mismo sábado falleció
la madre del volante Jorge Zavala que se enteró cuando la delegación rojinegra
que viajaba a Trujillo llegaba a Lima con el ataúd de Gonzáles.
Para el jueves 2 de diciembre la dirigencia melgariana programó
un partido amistoso en el estadio Melgar como homenaje póstumo al portero. El
rival fue Estrella del Misti, vigente campeón de Arequipa. El duelo terminó 0-0
y lo recaudado (asistieron 1588 espectadores que dejaron en taquilla 2466
soles) fue entregado a la madre de Ricardo, Juana García, que estuvo presente
en el partido acompañada de sus parientes.
Defensa de Melgar en 1998: Mulet; Olivares, Sozzani, Gamarra y Vera. |
EL ARCO DE LUTO
Gonzáles dejó un hondo pesar en la hinchada rojinegra que
años después volvió a vivir el mismo drama. La madrugada del sábado 2 de agosto
de 2003 falleció el portero camanejo Félix Escuza Vizcardo en un accidente
automovilístico en la avenida Parra.
El guardameta ese 2003 no atajaba en el cuadro de calle
Consuelo donde militó de 1997 al 2002, pero su partida fue sentida por todos
los melgarianos.
Eran las 3.30 de la mañana. Félix que tenía 30 años de
edad retornaba a su domicilio en un auto Tico acompañado de Mónica Murillo R.
(27) cuando a unos 100 metros del trébol del Parque Industrial fueron
impactados violentamente por un auto Peugeot que conducía Alonso Valdivia
Morales a excesiva velocidad.
El Tico fue arrastrado unos 30 metros y quedó hecho
trizas. El conductor Larry Rivera Medina quedó mal herido. Escuza y su
acompañante, que iban en la parte de atrás, murieron instantáneamente a causa
de un shock hipovolémico.
En la madrugada Melodía y los demás medios radiales de
Arequipa informaron del hecho. Nadie lo creía. El entrenador de Melgar Miguel
Ángel Arroé, que había reemplazo al uruguayo Carlos Daniel Jurado, había citado
al plantel a las 8 de la mañana en el estadio Edificadores Misti de Miraflores
para realizar la última práctica previo al duelo que un día después sostuvieron
con Alianza Atlético de Sullana.
Samuel Zevallos fue el encargado de dar la noticia a los
jugadores, muchos de ellos excompañeros del camanejo.
Todos se reunieron al centro del campo de juego y rezaron
el Padre Nuestro.
Otro hecho que conmocionó al Dominó fue la pronta partida
de Alejandro Mulet, portero argentino que defendió la rojinegra de 1997 a 1999.
El Oso falleció un 19 de febrero de 2006 cuando tenía 37
años de edad. Dos años antes se había retirado del fútbol profesional para
dedicarse a la preparación de arqueros en el club Quilmes de Argentina, donde
se formó como futbolista.
La muerte lo alcanzó cuando jugaba un partido con amigos
en la ribera Quilmes. Le dio un derrame cerebral fulminante. La información
hizo llorar a más de un melgariano.
Alejandro era bien querido en Arequipa, ciudad con la que
tenía un vínculo especial. Su hijo, Mathías nació en esta ciudad en 1998.
Muchos años atrás, el que puso a Melgar con los pelos de
punta fue Jesús el “Huevo” Oviedo. Por poco no pasa a mejor vida el 14 de
agosto de 1985 cuando tenía 32 años de edad. A las 9 de la noche cruzaba el
Puente de Fierro cuando chocó con una de las barandas y salió disparado. Su
Toyota cayó unos 20 metros y terminó en las chacras, muy cerca del cauce del
río Chili.
Sufrió la fractura de costillas y presentó diversos
golpes. Su acompañante también salió herida. El Huevo fue conducido al hospital
Honorio Delgado donde fue atendido. El club rojinegro lo acompañó en su
recuperación.
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