Melgar sumó una victoria que, cuando se haga el balance
de la primera fase de la Liga Femenina, puede ser fundamental para la anhelada
clasificación a la liguilla por el título. El 1-0 frente a Cristal tiene mucho
mérito por como se presentó el partido.
Si ante Alianza Lima, cuando se perdió 1-2, el equipo
demostró que puede darse de tú a tú con cualquier rival, hoy con Cristal mostró
que sin jugar bien, sin hacer un gran partido, se puede también se puede ganar.
Melgar no jugó bien, no tuvo la fluidez de fechas pasadas. Fue de esos partidos tan comunes en el fútbol donde las cosas no salen. Pases errados, rechazos deficientes y nerviosismo tuvieron a mal traer a las rojinegras.
Aunque las acciones comenzaron con un Cristal enseñorado,
fue Melgar el que golpeó primero. A los 8’PT Raquel Bilcape anotó su sétimo
tanto del año. Su velocidad es su principal arma que la hace letal cuando
define con el don que tienen los goleadores. Minutos después perdió una clara
por intentar sombrear a la arquera.
Cristal que es una amalgama de buenas y jóvenes jugadoras
reclutadas de varios equipos tomó las riendas del partidos de la mano de la
arequipeña Sofía Aguayo que es la que mueve los hilos futbolísticos de ese
equipo. Pese a ello las cerveceras no crearon ocasiones de gol, pero llegaron
los tiros libres donde Aguayo se vuelve “goleadora”. Todos fueron atajados magistralmente
por la portera Gina Figuroa.
Más de cinco tiros libres en zonas estratégicas, cerca
del área grande, enmudecieron a los hinchas rojinegros que llegaron al estadio
La Tomilla.
Fueron esos constantes cobros en contra de las rojinegras
los que ponen en tela de juicio el desempeño de la terna arbitral de la juez Dalia
Chávez. No es novedad, los árbitros cuando vienen equipos de Lima tratan de
mostrar “imparcialidad” pitando contra las melgarianas para que no los
califiquen de localistas.
Pero lo de esta mañana fue tremendo. No solo cobró faltas
“polémicas”, sino que en cada pelota dividida pitaba a favor de la visita o
simplemente dejaba jugar cuando la pelota estaba en los píes de las cerveceras.
Dentro de la cancha el desconcierto en las arequipeñas
era notorio. No solo no jugaban un buen partido sino que tenían a un rival que
buscaba el empate por cualquier medio.
En el complemento las acciones no cambiaron. Cristal
presionó más, llegaron tiros libres, algunos disparos de larga distancia y
Melgar soportando, tratando de hilvanar contragolpes e intentando tener el
control del balón en el mediocampo, pero lo perdían constantemente. Es más, los
saques de meta siempre cayeron en los píes de las limeñas que de inmediato se
sumaban al ataque.
Cuando ingresó la colombiana Sara Ángulo el trámite del
partido cambió. Tomó el mediocampo, hizo pausa e hizo jugar a las extremas.
Rivera, que también entró en el complemento, ayudó a descongestionar la
defensa.
Melgar pudo aguantar el ímpetu cervecero y se llevó tres
puntos de oro en busca de su clasificación a la liguilla. Su próximo rival será
Universitario en Lima.
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