Melgar tardó 20 años en inaugurar complejo deportivo en el terreno de Mollebaya

 

Diciembre de 2024, Corrales pone la primera piedra de un complejo deportivo que nunca terminó en el terreno de Mollebaya. En la foto aparece su sucesor, Robert Gutiérrez.

Año 2024, Jader Rizqallah el inversor que le cambió la vida a Melgar inaugura la primera etapa del CAR de Mollebaya. A su lado el administrador Ricardo Bettocchi.

El Club Melgar inauguró, el 7 de agosto, oficialmente la primera etapa de su Centro de Alto Rendimiento (CAR) ubicado en un área de 70 mil metros cuadrados del distrito de Mollebaya, exactamente en la Asociación de Ladrilleros del Cono Sur sector que hace algunas décadas se conocía como Pampas El Pajonal manzana J lote 4.

A la ceremonia asistió Jader Rizqallah, inversor de Melgar; personal administrativo, integrantes del primer equipo, equipo femenino y de la reserva, además se notó la presencia de exfutbolistas como Luis Ponce Arroé, Ernesto Neyra, Emilio Campana, Jorge Ramírez, entre otros. La presencia más resaltante fue la de Néstor Lorenzo exentrenador de Melgar (2020-2021) y actual DT de la selección colombiana de fútbol.

No se vio a ningún exdirectivo rojinegro, pese a que la ocasión lo ameritaba. Es, junto a los éxitos deportivos (campeonatos nacionales), un acontecimiento histórico y el más importante, institucionalmente hablando, en sus 109 años de vida.

El sueño de un campo deportivo propio no es nuevo. Data desde la génesis del club en 1915. Los últimos intentos conocidos se dan en los años 70’ cuando se anuncia la compra un terreno frente a la Gran Unidad Escolar Mariano Melgar donde actualmente se ubican las madereras. Luego a finales de los 80’ el expresidente del club Sportivo Huracán, José Luis Quiroz, vendió al club un terreno cerca al sector de Cerro Salaverry en La Apacheta para que – según sus palabras – construyan su estadio pero no se hizo nada.

Y 1990 cuando Melgar cumplió sus Bodas de Diamante (75 años) la Municipalidad Distrital de Socabaya anunció la donación de un terreno para que el club levante su sede deportiva.

Recién en 2004 Alejandro Corrales Zea decide comprar un terreno con el dinero que dejó la venta de Ysrael Zúñiga al Coventry – eso es lo que dijo - en el lejano distrito de Mollebaya. En ese momento, levantar un campo deportivo en una zona eriaza donde solo habían ladrillerías y polvo, fue tomada por muchos y con razón como una broma.

En diciembre de ese año días antes de terminar su gestión, Corrales puso la primera piedra de que lo que pensó en un futuro sería el complejo deportivo del club.

El terreno que adquirió, 70 mil metros cuadrados, le costó 35 mil soles. Aquella vez cuando estaba por dejar Melgar luego de 12 años de presidencia, adelantó la intención de privatizar el club para que sea cedido a la brasileña Ambev. Todo quedó en palabras.

En enero asume la presidencia Robert Gutiérrez. En los primeros días de 2005 llegó a Arequipa en presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Manuel Burga, para inspeccionar el terreno con la intención de presentarlo como candidato a ser beneficiado por el Proyecto GOAL de la FIFA.

Las obras se iniciaron en diciembre de 2022.


Lo primero que preguntó cuando visitó El Pajonal fue si había agua, la respuesta fue negativa. Le dijeron que en 20 años esta zona contaría con ese servicio. Ya han pasado 20 años y aún los pobladores de esta zona se hidratan con agua que sale de pozos subterráneos y tanques cisterna.

Semanas después de que visita de Burga, los problemas institucionales del club hicieron inviable cualquier proyecto. Pasó Gutiérrez, vino Paredes, Calle y Bustinza y el terreno de Mollebaya junto al club de calle Consuelo siempre estaban amenazados de embargo por las deudas del club.

Es más la municipalidad de Mollebaya al ver que el predio estaba abandonado lo quiso recuperar, y hasta fue víctima de intentos de invasión.

Cuando Corrales compró estas tierras el m2 estaba 0.50 soles, ahora su valor es de S/ 150. Al final resultó una buena inversión.

El padre Zacarías Kumaramangalam, párroco del Santuario de Chapi de Polobaya, bendijo la obra.

La administración de Rizqallah tuvo que colocar muretes para que el terreno que estaba abandonado no sea invadido.

Frente al complejo deportivo existe una asociación de vivienda que se llama Alcosa, que era el nombre de la empresa que tenía el ya desaparecido Alejandro Corrales Zea.

Cuando en el 2012 se inicia el proceso concursal, las dos únicas propiedades que recibe la primera Administración Temporal, Carrizales & Vidal Asociados, fueron el local de calle Consuelo y el terreno de Mollebaya.

Esos bienes fueron dados en garantía junto a los ingresos por derechos de transmisión y signos distintivos del club al que aparecía en julio de 2013 como inversionista, el aún anónimo Jader Harb Rizqallah Garib.

Cuando Inversiones Deportivas FBC Melgar toma el control de la Junta de Acreedores en el 2014, Rizqallah ordena realizar un inventario de todo lo que tiene el club. Fue Gustavo Vivanco, el exjefe de equipo del club, el que va a Mollebaya y al ver que  había intentos de invasión decide colocar unos muros en el perímetro avisando que el terreno tiene dueño.

Hubo por ahí un intento de intercambiar este terreno por otro más céntrico con el Gobierno Regional de Arequipa, cuando fue gobernadora Yamila Osorio, para que sea utilizado en un proyecto de viviendas sociales, pero todo quedó solo en especulaciones.

Fue hasta el 2022 cuando deciden invertir en un complejo deportivo. Previo a esa determinación se realizó un estudio para saber si se podía extraer agua del subsuelo. Todo salió positivo y se  inició los trabajos de nivelación en diciembre de ese año.

En la Modificación del Plan de Reestructuración presentado en noviembre de 2023 se indica que la inversión en el CAR será de 3 millones 300 mil dólares para sus tres etapas.

Lo que se ha culminado es la primera que consiste en tres canchas de fútbol, gimnasio, vestuarios y área médica.

Fue el padre Zacarías Kumaramangalam, párroco del Santuario de Chapi del distrito de Polobaya, el que bendijo la obra y la gruta que se construyó para la Virgen de Chapi.

También estuvo presente el alcalde provincial de Arequipa, Víctor Hugo Rivera, exárbitro FIFA y de quien los hinchas rojinegros no tienen grato recuerdo por la final de 2016.

Aún no se sabe cómo se llamará el complejo. Muchos pensaron que sería una buena ocasión para rendir homenaje a Eduardo Márquez, jugador sinónimo de Melgar; pero por ahora solo se le denominará CAR de Mollebaya.

Jader Rizqallah y todo su grupo de trabajo que lo acompañó desde el 2014 ya es parte de la historia de Melgar. Su principal mérito en esta obra es tener visión y decisión en administrar los activos de un club que solo necesitaba buen timonel y capital para dejar de ser un club institucionalmente mediocre.

Pero hay algo claro, todo es autofinanciado. No es que se done dinero, lo que se hace es invertir. Como bien recalca el administrador Ricardo Bettocchi todo lo que se está haciendo es con dinero generado por el club. No se ha recibido un solo sol de apoyo de la Federación Peruana de Fútbol que sí ha invertido en otros proyectos de clubes profesionales.

Lo que hay que agradecerles y es para quitarse el sombrero, es la capacidad que tienen para crear y administrar recursos que el propio Melgar origina por derechos de transmisión, auspiciadores, taquillas, etc..

Cuando a los excampeones de Melgar de 1981 se les recuerda la compra del local de calle Consuelo, lo explican así: “Lo que hay que agradecer a Víctor Viza (expresidente) fue la visión que tuvo para comprar un local con el dinero que generamos nosotros (los jugadores) con las taquillas”, recalca siempre el excapitán Raúl Obando.

En el caso del CAR de Mollebaya es lo mismo. Todo lo va a financiar el mismo Melgar, lo que ahora es posible porque lo dirige gente que tiene proyección y visión para hacerlo.

Aunque su inauguración fue recién el martes 7 de agosto, el CAR comenzó a usarse el 16 de abril cuando entrenó por primera vez en sus instalaciones el equipo profesional, luego lo hizo la reserva y posteriormente el plantel femenil.

Para el 2025 la idea es habilitar cuatro canchas más y que todos los entrenamientos, hasta los de las divisiones menores (femenino y masculino) se realicen en sus instalaciones.

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