Julio Zamora en tres años ha dirigido en todos los estamentos del fútbol peruano. Pasó de la profesional a la Copa Perú, pasando por la Segunda División y su conclusión es una: "Hay cosas que corregir, pero no soy yo el que tiene que corregirlas. Hay que hacer algo para que el fútbol peruano no siga estancado".
En el 2012 llegó a Melgar. "Fue una experiencia buenísima dirigir a Melgar.
Logré algo (clasificación a la Sudamericana) que nadie va a borrar". Luego en el 2013 se fue a Huracán para la Segunda División: "Mi paso por Huracán fue breve, fueron dos meses y algo más. No hubo opción de realizar un mejor trabajo".
A mitad de ese año pasó a un agónico Gálvez con el que descendió pero no lo abandonó. En el 2014 lo dirigió en la Segunda División. "No me fue bien en ese equipo, es un club complicado".
Y ancló hace dos meses en la Copa Perú. Dirigió a Binacional de Desaguadero, equipo que el fin de semana quedó eliminado. "Fue muy buena elección. Llegué a una institución seria, donde me trataron igual de bien como lo hicieron en Melgar".
Tras este periplo por tierras peruanas ahora está a punto de tomar unas vacaciones. "Estoy agotado, es mejor descansar un tiempo. Me voy a Bolivia donde está mi hijo, pero antes hablaré con la gente de Binacional para determinar algunos proyectos de trabajo que existen para el próximo año".
"Hay varias cosas que corregir. Una de esas son las divisiones menores, no hay material para el futuro, no existen jugadores que van a reemplazar a los que están jugando. Tienen que cambiar varias cosas", recomienda.
Finalmente habló de Melgar: "Melgar está con un excelente técnico y con gente que está atrás apoyando. Hoy por hoy es difícil volver al club, pero no pierdo la esperanza que en un futuro lo haré".
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