Desde el momento
en que Marcelo
Gallardo se levantó de la silla, saludó deseando felices
fiestas y finalizó la conferencia de prensa del 21 de diciembre para emprender
sus vacaciones, River volvió
a respirar. La continuidad del entrenador alivianó el presente y calmó las
aguas de un futuro que parecía nublarse en caso de no contar con el gran
emblema de los últimos años. Tras cerrar el 2016 con un nuevo título, el
de la Copa Argentina -con clasificación a la Copa Libertadores
incluida-, el plantel regresó a los entrenamientos para iniciar una pretemporada que
será intensa.
Ya sin Andrés
D'Alessandro y sin caras nuevas, el plantel millonario se presentó por la
mañana en el predio que posee el club en Ezeiza luego de 17 días de descanso.
Hubo ejercicios de fuerza en el gimnasio y trabajos físicos intermitentes de
capacidad aeróbica para comenzar con la puesta a punto antes de viajar el
domingo 8 a los Estados Unidos. A pesar de que se especuló con el posible
regreso de Augusto Solari, el volante que estuvo a préstamo en Estudiantes de
La Plata no se presentó al entrenamiento y el club platense no hará uso de la
opción de compra de 1,5 millones de dólares por el 60% del pase. Con contrato
hasta junio, la dirigencia planea negociar su ficha. En caso de cederlo
nuevamente a préstamo, le renovarán por un año más. Su nuevo destino podría ser
México.
Fueron 28
jugadores los que comenzaron la pretemporada, con la presencia de los juveniles Lucas Martínez Quarta, Facundo Medina y Matías
Moya -le harán su primer contrato-. De ellos, cuatro trabajaron separados del
grupo: Luciano
Lollo, Marcelo
Larrondo, Milton
Casco y Dante Morán Correa. Se especula con que el único que
pueda llegar en óptimas condiciones al inicio del campeonato en febrero sea
Casco, quien sufrió una ruptura parcial del tendón de Aquiles del pie derecho a
fines de octubre pasado.
Ahora, la
prioridad está enfocada en la renovación de tres contratos que vencen el 30 de
junio. El primero será el de Leonardo
Ponzio, un emblema del plantel y un pilar en el equipo de Gallardo.
El mediocampista de 34 años -cumplirá 35 el próximo 29 de enero- tiene todo
acordado para seguir un año más y firmaría su nuevo contrato en las próximas
horas, ya que su intención es terminar su carrera en Núñez. Los otros dos son
los de Martínez Quarta -buscarán firmar por cinco años- y Camilo
Mayada -negocian por dos años más-, que también se resolverían
pronto ya que la idea del DT es contar con ellos en el plantel.
Además de la
continuidad de Ponzio, tanto Gallardo como la dirigencia pretenden que Jonatan
Maidana, Lucas
Alario y Sebastián
Driussi sigan en el club, exceptuando la llegada de alguna
oferta que sea imposible de rechazar. Recientemente, Nasser Al-Khelaïfi,
presidente de PSG, descartó a Alario como posible refuerzo. Al menos hasta
junio, el club francés no lo vendrá a buscar.
Para Gallardo,
el gran deseo en materia de refuerzos es Walter
Montoya de Rosario Central. El volante derecho de 23 años es la
obsesión del entrenador, que ya lo había pretendido en anteriores mercados de
pases, y la CD hará el mayor de los esfuerzos para cumplir el gusto del DT -el
jugador en las últimas horas manifestó su deseo de jugar la Copa-. A pesar de
que la cláusula de rescisión de su contrato con el club rosarino es de 4
millones de dólares, en Rosario pretenden al menos dos millones más. Una opción
para River podría ser ofertar 5 millones de dólares y agregar en la negociación
a algún futbolista del plantel actual. El segundo cupo de refuerzos es una
incógnita: podrían buscar un defensor central en caso de que emigre Arturo Mina
o un enganche para reemplazar a D'Alessandro.
Mientras tanto,
River se prepara para comenzar la travesía por tierras norteamericanas que
durará hasta el 23 de enero. Trabajará en el campo deportivo de la Universidad
Central de la Florida, en las afueras de la ciudad de Orlando, y participará de
la Florida Cup, donde disputará su primer partido amistoso ante Millonarios de
Colombia el 15 de enero en el Bright House Networks Stadium de Orlando. En caso
de ganar, se asegurará dos partidos más y jugará la semifinal ante San Pablo,
cuatro días más tarde, en el Long Stadium de San Petesburgo. Luego, dependiendo
del resultado, participará de la final o el partido por el tercer puesto el
domingo 22. Si pierde ante los colombianos, solo jugará un duelo más, el 18 de
enero en el mismo estadio del debut y frente al perdedor de la llave entre
Barcelona de Ecuador y Vasco da Gama.
Al regresar a la
Argentina, el miércoles 25 se enfrentará a Aldosivi en Mar del Plata, para
luego jugar ante Boca el sábado 28 en el único superclásico de verano. Será una
pretemporada diferente pero con una sensación que se repite enero tras enero
desde la llegada de Gallardo: River vuelve a trabajar en un marco de
tranquilidad pero con la necesidad de ir siempre por más.
FUENTE: DIARIO LA NACIÓN
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