Melgar gana sin despeinarse a la U y aparece un nuevo rival: el arbitraje

 


La Liga 1 ingresa a un receso de tres semanas con Melgar como único puntero y como ejemplo de que el resultado, regularmente, no va a la par con el rendimiento visiblemente superior que mantiene con rivales domésticos, como el demostrado esta tarde frente a Universitario.
No es necesario analizar a profundidad porcentajes ni números. El partido de hoy se resume en 12 disparos directos al pórtico de la U, mientras que su rival no tuvo ninguno en 90 minutos de juego.
Es clara la ventaja que Melgar ha sacado a sus demás rivales nacionales. Va a otro ritmo, ese que le ha dado resultados en la Sudamericana y que, hasta el momento, lo hace ver en el plano local como equipo de otro campeonato.
Hoy en 15 o 20 minutos que salió a jugar como lo hizo ante River de Uruguay o Racing de Argentina, maniató a la U. Y cuando bajó de revoluciones seguía dueño de la pelota confiado en que el gol caería por inercia ante un rival que, especialmente en el primer tiempo, mantuvo a sus once jugadores detrás de la media cancha.
No fue un gran partido. Piezas claves como Arias estuvo desconectado, fallando pases, peleado con el balón producto del estrés mental que ha significado las últimas semanas donde la concentración se bifurcaba en dos ramales: Liga 1 y Copa Sudamericana.
Sin ser incisivo, Melgar pudo acabar el primer tiempo con 3 goles de diferencia, pero fue suficiente el 1-0 de Iberico para sellar un triunfo que nunca peligró. Se sabía que se iba a ganar en el minuto 1 o en el 90, esa confianza, que algunos también llaman jerarquía, la ha adquirido este grupo.
Ese tanto cerró el partido. Solo había dos posibilidades, que se mantuviera hasta el final la ventaja o que se produzca una goleada. En la cabeza de los que fueron al Monumental Arequipa vestidos de rojinegro, los tres puntos ya estaban en el bolsillo.
El marcador pudo ser más amplio. Hubo muchas ocasiones de anotar, Cuesta se perdió dos increíbles, pero recién el 2-0 cayó en la última jugada del partido con un penal concretado por Quevedo.
La U en 90` de juego no pudo hacer tambalear a un equipo sólido que actúa a veces por inercia. Parece que en su libreto hasta lo improvisado lo tienen pauteado, Melgar cuando se hecha a jugar, cuando toca en primera en espacio reducido buscando el pase al vacío, no tiene rival que lo pueda parar. Y ojo no solo en el fútbol local, ese “chocolate” también lo probaron Racing, River y Cuiabá en la Sudamericana.
No será un equipo perfecto, pero a nivel local son muy pocos los que están a su altura futbolística que lo hace imbatible de local y de visitante. Desde su última derrota en la Liga 1 (0-2 ante la San Martín en Lima) ha conseguido 7 triunfos al hilo (4 de local y 3 de visitante).
Aquél 10 de abril (9na. jornada) estaba en el puesto 9, hoy (jornada 16) ya lleva tres fechas seguidas en el primer lugar. Qué pasó en ese lapso? Melgar encontró ritmo futbolístico que fue respaldado por el buen trabajo físico que se realizó en la pretemporada.
Pero hay algo que Melgar no puede ni podrá controlar. El arbitraje, tal como lo fue especialmente en el 2015 y 2016, dio muestras hoy que será un “dolor de cabeza”. Pocas veces se ha visto un juez tan tendencioso como lo ha sido Michael Espinoza.
La U tuvo en el árbitro a su mejor arma para hacer tiempo. No es necesario que te cobren un penal en contra o te saquen una roja, porque pueden perjudicarte aún más cuando te manejan los tiempos y te quitan ritmo para sacarte del partido.
Hizo recordar esos “dos reglamentos” de los que tanto se quejaba Reynoso cuando se campeonó en el Centenario. Lo de hoy fue un aviso claro que a Melgar lo van a tratar de bajar como tantas veces lo han intentado y, a veces logrado, hacer.
Ese campo ya excede a lo deportivo, tendrá que tallar Melgar a nivel dirigencial para hacerse respetar.
Falta disputar tres fechas. Melgar ganando todo lo que se viene ganará el Apertura. ¿El receso será perjudicial? Poco probable para un equipo que necesita descansar física y, sobre todo, mentalmente. Por la forma de trabajar de Lorenzo, el equipo utilizará estas tres semanas para acumular fuerzas que le permitan cerrar el torneo sin problemas.
Lo que falta es Boys el 19 de junio en el Callao, luego el 24 de junio con Atlético Grau en Arequipa y el 2 de julio Melgar puede estar asegurando su clasificación a la Libertadores de 2023 ante Alianza Atlético en Sullana.
Son tres finales y las finales no se juegan, se ganan.

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