Por ejemplo, lejos de los test físicos que realiza, las evaluaciones antroprométricas, los exámenes de sangre y dental; también tendrá una conversación con futbolistas para que cuiden su “vida sexual”.
Partió de la premisa: “Todo exceso es malo”. “Los que son casados no preocupan tanto, el problema son los solteros. Hay que hablar con ellos no para controlar su vida íntima sino para que no se excedan”.
Explicó que el problema no es el desgaste del contacto físico sino la tensión mental. “Además hay que cuidarse de algunos problemas musculares, temas que al final pueden afectar”.
Es por eso que el equipo, en la parte más dura de la práctica, concentrará para que la atención solo sea entrenar.
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