Como se dieron las condiciones, el punto que ayer consiguió Melgar ante Alianza en el Matute puede ser considerado como valioso. Prácticamente los rojinegros bajaron del avión y se fueron al estadio aliancista y aunque no se llegó al extremo de cambiarse en el bus, la presión por no perder por WO los obligó a acelerar y omitir algunas cosas que habían programado.
El hecho es que los jugadores fueron capaces de sobreponerse a situaciones algo complicadas. Anteriormente lo habían demostrado en Huancayo con los problemas en la ida y vuelta. Dicen que estas situaciones adversas hacen más fuertes a los grupos, y al parecer esa premisa se está cumpliendo en Melgar.
Si Bobadilla quiere a un equipo que tenga como principal virtud el sacrificio lo está logrando. Ante Alianza se corrió, metió, pegó y por momentos se jugó. Hubo fútbol cuando la situación lo ameritaba y también se cortó el juego cuando era mejor solucionar las cosas con un pelotazo a las tribunas o con una falta para parar el ataque rival.
Y aunque todo el equipo marcho bien, siempre hay puntos destacables y en el arco Jorge Rodríguez fue garantía. Si ante Cienciano pasó desapercibido, ayer frente a Alianza fue un verdadero cerrojo. En el mediocampo lo de Coaguila y Zevallos como recuperadores es lo más resaltante. Lo de Salas es repetitivo, cuando se pone a jugar Melgar juega, cuando está apagado el único recurso ofensivo es el pelotazo.
El sábado a las 2 de la tarde se recibe a Bolognesi, partido complicado porque seguro que los tacneños no cometerán los mismos errores que Cienciano. Reynoso no pondrá un equipo suplente, pese a que juega la próxima semana Libertadores.
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