Si en la primera rueda era imperiosa la necesidad de ganar, en este reinicio del Descentralizado no existe otra alternativa para la rojinegra que “ganar” todo lo que juegue de local y de visita para terminar cuando antes con esa “cruz” que se llama descenso.
Así lo entienden todos, más aún el capitán del equipo, Antonio Meza Cuadra, quien supo poner el pecho cuando las cosas fueron de mal en peor. “Lo ideal sería ganar haciendo buen fútbol; pero a estas alturas, con la necesidad que tenemos de sumar, no importa cómo ganemos sino hacerlo jugando bien o mal”.
La sinceridad de sus palabras sintetiza el pensamiento en frío de un grupo humano que ha trabajado durante dos meses para tener armas futbolísticas para salir de la “zona de baja”. “Se ha trabajado muy bien, estamos bien físicamente y futbolísticamente, aunque han faltado partidos amistosos, el equipo ha evolucionado y eso lo sentimos todos”.
“Poco a poco iremos saliendo del problema (descenso) donde estamos metido y luego seremos protagonistas pensando en otros objetivos que no sea solo salvar la categoría”, pronostica.
Finalmente confesó a LÍBERO que la decisión de Wilmar Valencia de seguir al frente del comando técnico le dio “tranquilidad” al grupo. “El es la cabeza de este grupo y su continuidad nos da mucha tranquilidad para afrontar la segunda rueda”.
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