Las revoluciones ya bajaron. Estar al
lado de sus trillizos en un domingo familiar transforman al temperamental
Ysrael Zùñiga en un hombre relajado, pensante y reflexivo.
"No pechè al àrbitro (Romel
Lòpez), quizà me acerquè mucho pero nunca tuve la intenciòn de agredirlo",
aclara el camanejo quien reaccionò - reconoce - mal cuando vio la segunda
amarilla el sàbado.
"Lo que pasò es que antes me
habìa sacado una amarilla por una falta similar y pensé que le iba a
sacar también amarilla al jugador de Real pero no lo hizo. Eso me hizo enojar y
boté la pelota, esa segunda amarilla estuvo bien sacada".
"Pese a todo pienso que no fue
un partido normal. No nos cobraron un penal, nos anularon dos goles...".
Preocupa que el equipo asì jugando
regularmente bien no gane. "Se ha conversado con los muchachos. Antes
jugàbamos peor y ganábamos, ahora lo estamos haciendo algo mejor y no se dan
los resultados. Solo hay que meterla, ese es el gran problema".
Mientras la tribuna calienta y ya no
està para soportar errores - cuenta - la interna del plantel es compacta.
"Hay más problemas externos que internos, y son esos detalles los que un
poco perjudican. Hay peleas por manejar el club y eso no es bueno. Acà todos
tienen que mejorar, hasta los hinchas porque deben ir al estadio a alentar y no
a insultar".
"El viernes los hinchas hicieron
un plantòn en el club, que està a dos cuadras de donde concentramos. Fueron y
reclamaron, pero porque no fueron a la concentración a hablar con los chicos, a
brindar su apoyo, No solo es ir a gritar... hay cosas que son raras".
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