No le perdonaron sus cambios y la emprendieron contra el DT de
Fuerza, Josè Suàrez, al que no dejaron salir del campo de juego.
Y es
que en Puno la hinchada no tiene paciencia hasta el punto de casi siempre
reacciona mal contra su propio equipo y ayer no fue la excepción.
Suárez
sintió la presión de la tribuna cuando sacó a Portugal y cuando llegó el tanto
de descuento de Escuza. Un partido que pintaba para goleada, terminó a duras
penas 2-1.
Pero no solo el
técnico local fue víctima de la intolerancia, sino también el plantel de
Cariocos que se permaneció 40 minutos al centro del campo de juego sin poder
retirarse. La PNP tuvo que actuar para despejar a los revoltosos.
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