Melgar quiere
dejar claro que es candidato al título. Ya desde la pretemporada ha tratado de
ganarse esa etiqueta con el ramillete de refuerzos que ha contratado pero le
falta ganar esa condición en la cancha. Y hoy lo quiere hacer ante un rival que
es el idóneo para hacerlo, Cienciano, y en Cusco.
Mientras los
locales quieren hacer prevalecer su condición estadística de favorito (en
47 confrontaciones de local ganó 19 y perdió 15), Melgar tiene otra
presión mayor, dar el primer paso para conseguir un campeonato tras 34
temporadas.
Las diferencias en
objetivos, uno lucha por uno macro: campaña buena, y el otro por un especìfico:
el tìtulo; no son las únicos.
Con ver las
planillas saltan a la luz lo disímiles que son ambos planteles. Cienciano este
año, con nueva administración temporal, ha apostado por un proyecto nuevo.
Gente joven y
jugadores no muy caros que tienen como cabeza a un técnico novel, Jorge
Espejo, resumen la propuesta jovial de los cusqueños.
En la esquina
del frente todo es distinto. Melgar o mejor dicho su inversor de raíces árabes,
Jader Rizqalla, ha expuesto su poder económico fichando jugadores muy valorados
como Ruidíaz, Ascues, Montaño, al que hizo renunciar a su retiro, entre otros.
Con la base del
2014, que tan buenos resultados le dio, Juan Reynoso ha reforzado su plantel con
lo que considera le faltó para campeonar en el 2014.
Busca la
consolidación de un equipo con un “ritmo diferente”, que tenga un
“presing asfixiante” y que distribuya el balón pensando en terminar las
jugadas en el arco rival.
Melgar formará con Ferreyra, Galliquio, Villamarín, Nelinho; Beltrán, Kontogiannis, Montaño, Torres, Uribe; Fernández y Zúñiga.
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