El pasado 9 de
marzo, el director nacional de Deporte Afiliado del IPD, Akiro Tamashiro, envió
el oficio 317 a la Federación Peruana de Judo comunicando la decisión de
sancionar al entrenador Felix Vizcarra con su separación definitiva del
Programa de Formación Deportiva del IPD.
Vizcarra,
promotor del judo en Arequipa desde más de 20 años, fue catigado por haber
cometido una falta grave al código de etica al haber “acosado” a la deportista
Andrea Otazú Quispe (23).
Este caso data
de enero del 2014, segùn consta la acusaciòn presentada por la judoka al IPD
Nacional.
Una “propuesta
romántica” que ha ratificado las veces que han pedido su versión provocó en
ella - consta en el análisis sicológico que se le realizó - un
desequilibrió emocional que perjudicó su rendimiento deportivo y que a la
postre la llevó a renunciar (setiembre 2014) al Centro de Alto Rendimiento de
Arequipa.
El caso ha sido
investigado durante un año y le han dado la razón pese a que la Liga de Judo de
Arequipa como tal no se ha pronunciado.
Junto a su
madre, Justina Quispe, han bregado una lucha que estuvieron a punto de
abandonar ante la indiferencia que sentían de las autoridades de Arequipa.
Andrea,
estudiante de Derecho de la UCSM, pensó abandonar la práctica de judo pese
a todos sus logros en 10 años de carrera deportiva pero decidió no
doblegarse.
Alfredo Quispe,
coordinador del CAR-Arequipa, aceptó conocer del hecho. “Sí tenía conocimiento
y se hizo una investigación que ha durado un año. A Vizcarra como primera medida
se le prohibió el ingreso al CAR y luego se procedió a la investigación”.
La República
conversó con el sensei Vizcarra. “Oficialmente no sé de ninguna sanción”,
aclaró.
Reconoció que
Andrea “no inventó su versión pero ha exagerado y malentendido las palabras”
que le dijo en la conversación producto de esta denuncia de “acoso”.
Este caso pone
de nuevo en tela de juicio los límites de la relación entre entrenador y sus
deportistas que a veces pasa a ser más que amical.
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