Siempre cuando las cosas
van mal en la selección nacional, los medios de Lima influenciados por rumores
que nacen de la misma Federación Peruana de Fútbol, comienzan a especular sobre
cambios, mueven el piso al actual entrenador y hasta proponen nombres. También
es normal que piensen en Juan Reynoso, quien es de los pocos técnicos
nacionales que aún no se ha “quemado” en la bicolor.
¿Qué lo avala?, sus últimos
resultados con Melgar, su trabajo serio y planificado, y que prácticamente no “tiene
rabo de paja”. Existe un buen recuerdo de su época como capitán de la selección
del último equipo que hizo soñar al pueblo con la posibilidad de llegar a
un Mundial, en las Eliminatorias para
Francia 1998. El primero que lo ha pedido es el mollendino Juan Carlos Oblitas,
quien fuera entrenador de ese equipo, y que ahora labora en la comisión de
selecciones de la FPF.
¿Qué juega en contra?, que
no tiene buenas migas con la prensa en general, que exige todo lo que se le
pide y que reclama cuando siente que atropellan su labor, y eso a nivel de
federación no está permitido.
A Ricardo Gareca los malos
resultados le han puesto la cruz mediática, pero suplirlo sería un error. Así
piensa Reynoso que ni siquiera piensa en la posibilidad de agarrar la selección
por ahora. Su proyecto es terminar el año con Melgar y armar el equipo del
2017.
Si en ese ínterin se
presenta una propuesta del extranjero lo podría pensar. Dirigir en Perú a otro
equipo que no sea Melgar está descartado y la selección sigue siendo una
posibilidad aún lejana.
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