Melgar cumple 93 años de vida institucional

La historia de Melgar se comenzó a inscribir en una banca del parque Bolognesi, ahora conocido como parque Duhamel. Fue en el crepúsculo del 15 de marzo de 1915 cuando un grupo de amigos – así cuentan las crónicas – contagiados por la fiebre del fútbol que invadió Arequipa años atrás con el olvidado Victoria del Huayco, se reunieron para dar vida a un club al que denominaron “Juventud Melgar”. Años después se llamaría FBC Melgar. Ese fue el nacimiento oficial de unos de los clubes más importantes del balompié peruano.
Su primera experiencia profesional fue en 1966 como invitado y duró sólo un año. En 1971 vuelve a la elite rentada pero por la puerta grande ganando la Copa Perú tras empatar en la final en el estadio Nacional de Lima con CNI de Iquitos 1-1. Desde esa fecha hasta ahora han pasado 37 años y la rojinegra, pese a haber amagado más de una vez el descenso, se ha mantenido en la máxima categoría aunque sin la brillantez histórica de otras instituciones.
Melgar es el único campeón nacional absoluto de provincias gracias al título de 1981 que ganó el 31 de enero de 1982 cuando igualó 1-1 con Sporting Cristal en Lima. Luego en 1983 consiguió el subcampeonato nacional. En ambas oportunidades jugó la Libertadores y en ninguna de las dos pasó a la segunda ronda.
Su último gran logro fue una clasificación a la Copa Conmeboll de 1998 que consiguió tras ganar una liguilla en 1997 donde Universitario en el último partido decidió ceder los tres puntos a los rojinegros.

LA REALIDAD

Melgar sólo fue catalogado como grande los primeros años de la década de los 80´, luego el mal manejo dirigencial y poco compromiso de sus socios para con el club lo llevaron de ser un club importante a uno intrascendente deportivamente hablando. Institucionalmente es donde más ha sido mellado. Los 12 años que Alejandro Corrales Zea estuvo en el club dejaron no sólo pérdidas económicas, sino morales como el robo de los trofeos por el campeonato nacional de 1981 y el subcampeonato de 1983.
Aunque su futuro legal se está definiendo en el Poder Judicial, el club dominó aún vive una etapa de transición que está en manos de Anibal Calle Bezold, actual presidente.
Con un déficit de 186 mil nuevos sólo del año pasado, una deuda a la Sunat que supera el millón de dólares y sin ningún local propio (el actual está embargado preventivamente), este club espera renacer insticionalmente y comenzar a forjar el futuro que se merece.

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