Lo único que faltaba, dirán los hinchas rojinegros, es que Gerardo Gárate anote. No lo hizo y bien pudo hacerlo. Lo único que faltaba, dirá Carlos Manta, es que sus jugadores concretaran las ocasiones de gol que crearon y que los de Boys sí aprovecharon y desperdiciaron porque si bien la dominó pudo empatar en el Callao bien pudo regresarse del "Miguel Grau" con una goleada que en estos momentos, en esta realidad melgariana, es simple una anécdota porque los números son claros. De 12 puntos en disputa, Melgar sumó sólo uno, de local ante la Vallejo. Luego perdió en Arequipa ante León de Huánuco (0-1), con Universitario (1-3) y ayer con Boys (0-2).
Y ojo que ahora no vale esa justificación de que se presentó un equipo parchado, porque ayer fue una de las pocas veces en que la dominó fue en el papel más que el rival. Boys sí presentó un equipo parchado, sin muchos titulares y con muchos juveniles. Entonces por ahí no cabe una justificación.
Habría que reconocer que Boys fue más, que ya a los 2 minutos de haberse iniciado el partido hacía temblar el pórtico de Rodríguez que lejos del 0-2, fue la figura del equipo rojinegro porque salvó una, dos, tres, cuatro ocasiones de gol claras.
Esta vez Melgar reaccionó pero sin fortuna. Manta no se equivocó en el once sino en el planteamiento. Boys no era la U entonces no había porque esperarlo. Cuando se dio cuenta de que se iba por mal camino, ingresó Pérez por Yáñez; pero faltó convicción y suerte de esa a la que Melgar no le sonríe contínuamente. Ayer, inexplicablemente, se vio un equipo sin personalidad, de esa que tanta ilusión despertó ante Universitario pese a la derrota. Melgar perdió un partido que debía de ganar para asegurar tres de los cuatro puntos que Manta había pronósticado. Ahora el uruguayo tendrá que conformarse y soñar con los tres que quedan en disputa ante la San Martín, el mejor equipo del campeonato.
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