Claudio Pizarro "tiró la piedra" en Alemania y en Arequipa escondió la mano. El "Bombardero" cerró la boca, literalmente, para hablar de fútbol, de sus logros en el Bremen, de su propuesta para que Reynoso sea técnico de la selección. "Vine a Arequipa de vacaciones y no hablar de fútbol", dijo apenas pisó suelo arequipeño el domingo.
Cumplió su promesa, el lunes inuvicable, el martes en el Colca y ayer por la mañana, como para despistar, a las 6 a.m. fue al hipódromo a visitar a sus cinco caballos.
Ayer por la tarde partió a Lima con la promesa de volver dentro de un mes y media a pedido del Jockey Club de Arequipa que le quiere organizar un reconocimiento por su trayectoria deportiva y por su afición a la hípica. "Lo único que ha pedido es que se realice en privado, sin periodistas", comentó un integrante del JCA.
Pero, ojo, el sábado podría volver, al menos eso dijo a los jinetes arequipeños. Ese días dos de sus caballos han sido programados para correr: Mourinho (7ma., 2.55 p.m.) y Shawnee (8va., 3.20 p.m.).
Ya en el aeropuerto, luego de comprar regalos en el Patio del Ekeko y la Ibérica, conmocionó a los presentes. Nuevamente repitió como grabadora: "no hablo", "no voy a declarar", etc. Lo único que cambió de su aburrido discurso fue: "Arequipa es linda".
Pizarro llegó como goleador histórico en Alemania, se comportó como tal, como una figura mediática que sonríe a los hinchas y evita al periodismo. Así es él.
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