Rossel, un "chiquito" de perfil bajo que quiere ser campeón mundial

Alberto “El Chiquito” Rossel es parte de esa camada exitosa del boxeo nacional. Su apellido se codea con los de los publicitados Maizelo y Zambrano. “Es un boxeador de perfil bajo, que trabaja en silencio sin mucha bulla”, comenta su entrenador Oscar Coronel Piñán quien desde el 2001 lo maneja. “Logramos el primer objetivo de conseguir la posibilidad de luchar por el título mundial, ahora queremos ganar el título mundial. Alberto sería el primer peruano en lograr tal hazaña”.

Y no sería raro que lo consiga. El “Chiquito” sabe lo que es hacer historia. Fue el que terminó con la ausencia del pugilato peruano en las Olimpiadas. La última presentación peruana en unas olimpiadas fue con Burga en Munich (Alemania) en 1972. Pasaron 24 años y apareció este púgil limeño, de madre cusqueña y raíces arequipeñas, para volver a unos Juegos Olímpicos. En 1996 fue a Atlanta.
Alberto – comenta su entrenador – es un boxeador experimentado, que no habla mucho, que trabaja – recalca – con perfil bajo. Ha subido todos los escalones del boxeo profesional. Ha sido campeón bolivariano, sudamericano y latinoamericano.
Ranqueado en el puesto 12 a nivel mundial, gracias a su último título latinoamericano, le abrió la oportunidad que toda su vida esperó: luchar el título mundial.

Aguascalientes
La pelea será el 9 de octubre a las 7 de la noche en Aguascalientes, una de las zonas convulsionadas por la guerra del narcotráfico en México; pero a él poco le importa. Al frente tendrá al campeón mundial, Hugo Casares, que tratará de retener el cinturón de la “súper mosca” de la AMB (Asociación Mundial de Boxeo).
Uno de los motivos por los cuales Rossel y su entrenador se decidieron por trabajar en Arequipa fue por la altura. Aguascalientes está sobre los 1800 m.s.n.m.. “En Arequipa vamos a realizar un trabajo de adaptación a la altura durante 15 días. Queremos ganar capacidad aeróbica para soportar los doce rounds de la pelea, entrenaremos para pelear quince rounds”, comenta.
La preparación está basada en trabajo físico (resistencia y musculación) por las mañanas en el estadio Melgar y táctica-técnica por las tardes en “La Bombonera”. “Llegaremos muy bien a la pelea. Queremos campeonar, sé que podemos lograr el título”, confía Coronel.
Las características de Alberto son la fuerte pegada con las dos manos, sabe pelear a corta y media distancia, es aguerrido y sobre todo muy disciplinado, muy profesional. “Quizá lo vean callado, a comparación de otros boxeadores, pero en el ring es otra cosa. Es un guerrero”, exalta el técnico, quien fue por muchos años el conductor del boxeo nacional en la Federación Peruana de Box; pero por problemas con el IPD decidió independizarse y trabajar con boxeadores profesionales.
Sí se puede
“Hace tres semanas ya estamos trabajando en Lima, pero apareció la posibilidad de venir a Arequipa y aceptamos de inmediado”, comenta el “Chiquito” quien tiene 31 años.
Va a pelear en la categoría súper mosca (52.300 Kls.). “Ahora estamos con un poco de sobrepeso pero vamos a llegar al peso oficial”, asegura.

“Siempre soñé con pelear por un título mundial”, cuenta. “Luche mucho y se me ha dado esta posibilidad. No quiero desperdiciar este momento, estoy trabajando para campeonar. Tengo la convicción que traeré el título mundial”.
Quizá antes de terminar su preparación en Arequipa realice dos rounds de exhibición, lo que ya sería todo un lujo para los aficionados mistianos.
“Tengo mucha familia en Arequipa, por estas venas corre sangre arequipeña. Si campeono vendré a Arequipa, claro que lo haré; pero desde ya estoy muy agradecido con la ciudad, con el gobierno regional que ha sido el que me ha apoyado para entrenar acá”, finaliza.

Comentarios