Realidades distintas

Las diferencias entre Melgar y Deportivo Pasto, contrincantes en el G14 de la primera fase de la Copa Sudamericana, son contundentes.

En lo deportivo
El club que desde el 2011 dirige Flabio Torres hace una semana disputó su pase a la final de la Liga Postobón (torneo profesional colombiano) y tiene como política "formar jugadores para venderlos".
Mientras que Melgar está a un punto de zona de descenso y lleva una seguidilla de ocho partidos sin ganar, de los cuales ha logrado 4 puntos de 24 posibles.
En lo económico
Melgar por decisión propia se acogió a un proceso concursal especial y es dirigido por una administración temporal (Carrizales & Vidal Abogados) que lo único que ha tratado de hacer es mantener económicamente el "barco a flote" sin hacer ningún esfuerzo para mejorar su situación.
Pese a que todos los créditos fiscales fueron suspendidos para facilitar su trabajo de elaboración de un plan de "reestructuración económica", terminó el 2012 en rojo. Acabó con una deuda de cerca de un millón de soles por concepto de sus propios honorarios, además no pagó premios por la clasificación a la Sudamericana (150 mil dólares) cuya primera cuota de las dos programadas, tendrá que cancelar este fin de mes.
Todo lo contrario pasa en Pasto. Es uno de los nueve clubes profesionales que terminó el año pasado con utilidades. Específicamente tuvo un plus de  de 180 millones de pesos (94 mil 736.8 dólares) según el informe de la Super Intendencia Nacional de Sociedades.
Pero tampoco escapa a los problemas creados por gestiones pasadas. El 5 de julio el jugador Carlos Rodas logró una orden judicial para embargar el club por un monto de 55 millones de pesos debido a un deuda que viene del 2006.

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