La historia de éxito de Karina Torres, capitana de la selección peruana que asistirá al Mundial de Toronto

De su cerebro y alma ha borrado una frase: “No puedo”. Solo así Karina Torres Mendoza, joven arequipeña de 26 años de edad, ha logrado cambiar su vida. Esa es la fórmula. “Simplemente es decidirse, luego perder el miedo y con trabajo lograr lo que nos proponemos”, sabias palabras de alguien que las aplica cada segundo.
Así piensa la capitana de la selección peruana de básquet sobre silla de ruedas. De ese equipo que logró lo que muchos no han conseguido aún: clasificar a un mundial con talento, amor propio y terquedad los innumerables obstáculos que la misma organización deportiva peruana les pone en su camino.


Su experiencia de vida es común en deporte. “Excepcional” la resume. “Antes de conocer el deporte mi vida era muy encerrada como lo es en las personas con discapacidad, la pasaba en casa, protegida por los padres y mi familia. Pero al conocer la Asociación Amigos Para Siempre mi vida cambio, me abrió las puertas, me dio la posibilidad de practicar deporte, el baloncesto sobre silla de ruedas”.
“Discapacidad no es incapacidad” es un principio en el cual se rigen las personas con alguna discapacidad o con habilidades diferentes. “Discapacidad es de nacimiento por falta de consumo de ácido fólico cuando las madres están embarazadas”.
En el 2008 cambió su vida. Conoció a Amigos para Siempre.  “Cuando comencé  no podía ni lanzar un balón, pero en mi camino no estuve sola, tuve buenas personas a mi lado, que me empujaron a seguir”.
El deporte fue una bendición. “Me ha dado la posibilidad de desembolverme, de aceptarme así como soy, con la discapacidad”.
Uno de los principales obstáculos a vencer, como todo en la vida, es perder el miedo.  “Me siento diferente. El deporte nos pasa de ser personas cohibidas a ser personas más a la vida”.
Club Amigos Para Siempre.
El 2010 fue su primer llamado a la selección jugó la Copa Andina que se realizó en Lima. Desde ese año no soltó la capitanía, pero el camino no ha sido fácil y no lo es.
La falta de apoyo es el principal obstáculo. “El deporte es parte de nosotros y lo  hacemos con amor porque nadie nos financia”.
Luego de los flashes y las notas por haber clasificado al Mundial de Toronto, llegó la indiferencia de siempre. Piden por lo menos que les compren sillas de competencia hechas de aluminio.
Clasificación al Mundial
"La clasificación al Mundial de Toronto nadie lo esperaba", cuenta. "El favorito era Argentina. Ese partido lo jugamos punto a punto  y el último punto para definir lo hice yo. Ganamos 27 a 26. El nivel de Argentina es superior al de nosotros y sobre todo en material deportivo porque ellos tienen sillas de aluminio, la de nosotros son cinco veces más pesadas".
"El amor a nuestra camiseta logró lo que nadie pensaba, que era clasificar al Mundial", recalca.
Lo que se viene 

*Juegos Parasuramericanos  de Santiago de Chile (26 al 30 de marzo)
*Mundial de Baloncesto de Silla de Ruedas de la Mujer (20 al 28 de junio)

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