Melgar – explica Mario
Mendaña, preparador físico – trata de imitar el trabajo de equipos de élite.
Dentro de las posibilidades que da el club y su administración temporal,
intentan engranar a la perfección todas las áreas para que el producto final
salte a la vista y se refleje en la tabla de posiciones.
Desde llevar cocinero casi
regularmente cuando juegan fuera de Arequipa y la coyuntura lo amerita, tener sicólogo permanente, nutricionista o implantar el trabajo en doble
horario, son detalles que sirven para potenciar al equipo.
“No es solo lo físico,
esto va de la mano, mi trabajo puede lucirse o verse bien si el técnico (Juan
Reynoso) hace bien su trabajo y viceversa”, recalca para que quede claro que
esto es trabajo de equipo.
“En la élite del fútbol se
hace esto y en Sudamérica en muchos equipos se está incorporando está
metodología en forma progresiva. Lo mismo se ve en las selecciones que están
jugando el Mundial. Lo ideal sería emplearla con los juveniles pero todo eso
requiere inversión”.
Pero nada funcionaría –
acepta – sin el compromiso de los jugadores. “Se exige no solo en el
entrenamiento diario sino cuando ellos se retiran a descansar. Hay que tener
una vida ordenada, conversamos mucho sobre eso, sobre alimentación y descanso.
Y cosas que no ven porque nosotros dos o tres veces a la semana citamos a doce
o quince jugadores a hacer trabajo personalizado”.
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