Bernardo Cuesta se estrena
como papá. Pasará su primer “Día del Padre” acompañado de Ornela Mancini, su
esposa, y su vástago que dentro de unos cuatro meses verá las luces del cielo
arequipeño. “Aún no sabemos si será varón o mujercita, no se deja ver”, cuenta
“Berni”.
“Empezamos un nuevo camino, formando una familia”, sigue
el argentino de 25 años de edad. “Estoy contento por ello y disfruto estos
momentos con mi señora que me acompañó estos años que estoy en Perú”.
Ambos son de Alvarez, un
pueblo cerca de Rosario, ahí nació esta joven familia. “Este hijo trae felicidad”.
Aunque no está decidido –
cuenta – dónde nacerá todo apunta a que será en Arequipa. Lo que tampoco lo
tiene claro por obvias razones es el nombre, aunque Ornela tiene en sentido un
panorama despedejado: “Si es mujer Sara o Avela, si es varón Abel o Manuel”.
-Esa tensión de ser padre
por primera vez crees que se está reflejando con tu juego en el campo de juego
“No, tendría que ser al
revés. Lo que pasa en la cancha es futbolístico. Son momentos que uno debe
atravesar. Se tiene que tener la fuerza y la tranquilidad para sobre llevarlos,
hay que trabajar para que las cosas cambien, ese es el único camino”.
-Existe una presión de
resultados por lo que hicieron en el torneo del Inca
“Seguro. Es una deuda que
tenemos en el grupo porque era lo que queríamos. Este Apertura es una nueva
ilusión. Tenemos mucho para dar”.
-Esa necesidad de sumar en
la Bolsa de Minutos, fortalece o disminuye el rendimiento del equipo
“Todo aquél que juegue
tiene que saber que el grupo los va apoyar más allá de que estén dando sus
primeros pasos en la primera. Tenemos que apoyarlos, hacer un esfuerzo más para
que las cosas les salgan bien”.
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