Debido a la premura del tiempo y tras la amenaza de renunciar a la organización de los Juegos Panamericanos, se instaló la Comisión Organizadora de los Juegos Panamericanos Lima 2019 con personajes criticados por su labor realizada en diferentes instituciones deportivas del estado.
Por ejemplo se nombró como uno de sus integrantes a Arturo Woodman, ex presidente del IPD y que ingresa como representante de la Municipalidad de Lima. En su etapa frente al máximo ente del deporte peruano construyó importantes obras pero todas observadas por supuestos malos manejos.
La principal fue la del estadio Nacional que fue inaugurado sin ser acabado. Además se investiga la habilitación de una playa de estacionamiento para 200 vehículos que está concesionada a la empresa Los Portales, asi como la sobrevaloración en la remodelación de este recinto deportivo.
También en Arequipa dejó huella al instalar una pista de atletismo en más de 3 millones de soles, presupuesto destinada a una de categoría II pero al final la que se instaló fue una standar que no sirve para competencias internacionales de nivel.
Otro directivo cuestionado es José Quiñónez, actual presidente del Comité Olímpico Peruano y expresidente de la Federación Peruana de Levantamiento de Pesas. Es investigado por la sobrevaloración en la construcción de obras con motivo de los Juegos Bolivarianos de Trujillo del 2013 donde se presupuestaron obras que aún no han sido entregadas como la Villa Bolivariana.
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