Melgar está
estigmatizado por el sinsabor del “casi”. Y es que ese adverbio parece tatuado
desde hace varias décadas en la piel rojinegra de su camiseta.
Otra vez, el
“casi”, se hizo presente para consolar a esos corazones rojinegros que están
labrados en falsas ilusiones. Lo de ayer en el “Monumental Arequipa” fue eso,
simplemente un oasis en la ilusión que se esfumó cuando San Martín sentenció un
triunfo sobre el equipo “B” de Aurich.
Melgar salió a
enfrentar a Cienciano pensando no solo en ganar sino en que el domingo de
gloria le regale un milagro para clasificar a la semifinal del Torneo del Inca.
Pero al dominó eso de pedir ayuda a la divina providencia nunca le ha
resultado.
Al Club Alcides Carrión, campeón nacional Sub-14 de la Copa Federación, se le rindió un homenaje. |
La ADFP entregó plato recordatorio a Melgar por su Centenario. |
Lo que no
consigue en la cancha difícilmente le va a caer del cielo. Y ayer, pese a ganar
con solvencia 3-1 a Cienciano, el destino no confabulò a su favor porque San
Martín y el mismo Cristal ganaron dos partidos que para los intereses
rojinegros debieron empatar o perder.
Es otro “jalón
de orejas” para Juan Reynoso que parece no haber asumido lo que pasó en el 2014
cuando se les escaparon de las manos tres títulos consecutivos (Inca,
Apertura y Clausura).
A su “dream
team” se le tiene que exigir más de lo que hasta ahora da. Ayer fue el mejor
partido del año, y por momentos demostró un funcionamiento colectivo que sus
hinchas sueñan que no sean chispazos sino que se reflejen en largos minutos de
buen fútbol.
El gol de Zúñiga
y los dos del ingresado Ruidíaz, sirvieron para concretar un triunfo que
ratifica que el equipo ha logrado consolidarse de local (ha ganado todos sus
partidos) y que ratifica que su gran deuda es cuando sale fuera de Arequipa (un
triunfo y cuatro derrotas).
Individualmente
también dejó luces de que hombres como Montaño, Ascues, Fernández, Uribe,
Zùñiga van en franca mejoría individual pero el que se ganó los aplausos fue el
joven portero Jonathan Medina.
El exguardameta
de Idunsa, se ha ganado un puesto en el once titular con intervenciones
solventes, sobrias y atinadas. Tiene mucho camino por recorrer y también
errores por cometer pero demuestra en cada balón que sale a cortar que tiene
ubicación, don de mando y lo principal, personalidad.
Medina es el
logro más importante de Reynoso en un equipo donde sus llamadas estrellas
brillaron por momentos y algunas nunca se encendieron.
Ni el gol de
descuento de Larrauri, tras un error de Alva que perdió un balòn en salida,
melló en algo el conceptó sobre lo que hizo Medina en 90 minutos de juego.
Este primer
capítulo del año se cierra con el sin sabor de que si por ahí las cosas se
hubieran planteado mejor esta máquina andaría mejor, pero ya a estas alturas
esos lamentos son exclusividad del técnico Reynoso.
Hay mucho que
replantear y en estas tres semanas que hay de para tendrá que trabajar no solo
en corregir errores de su equipo sino también en reflexionar sobre algunos
conceptos que mal llevados han provocado el desbalance futbolístico de un
partido a otro.
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