En Perú solo Melgar

Esta tarde salió el administrador de Universitario, Raúl Leguía, a desmentir cualquier interés por contar con Juan Reynoso, actual DT de Melgar, para la temporada 2016 dando, con sus declaraciones, un espaldarazo de confianza a Roberto Challe.

Aunque el rumor del interés crema quedó desmentido oficialmente, Reynoso atrae los ojos de varios clubes nacionales que, tras los dos años que ha estado en Melgar, pretenden sus servicios pero aún no lo hacen oficial.
El DT ha logrado uno de sus objetivos personales que lo llevaron a aceptar la propuesta de Melgar y de paso volver al mercado peruano donde no estaba muy requerido por  su carácter complicado por su frontalidad y porque le gusta trabajar con todas las comodidades logísticas que solo clubes con buen presupuesto le pueden brindar.
Reynoso regresó a Perú en el 2014, tras un opaco paso como entrenador del Cruz Azul Hidalgo de México (2013), con la intensión de revalorarse y lo ha logrado. Con todas las facilidades, sobre todo económicas, que le ha dado Melgar y sus nuevo dueño, Jader Rizqallah, ha conseguido poner al club en un sitial de protagonismo constante al que no estaba acostumbrado.
Si en el 2014 lo clasificó a una Sudamericana y fue el mejor equipo, según el puntaje acumulado, del Descentralizado, para el 2015 aprovechando la coyuntura del Centenario y la emoción que eso significa se trazó el objetivo de llevar a la dominó a un título nacional luego de 34 años.
Sus bonos han subido tanto que hasta algunos lo propusieron como DT de la selección peruana antes de que el cargo caiga en manos de Gareca. Es decir, los objetivos personales los cumplió y eso justifica el porqué algunos clubes amagan seducirlo para tenerlo en el 2016.
De por sí se ha mostrado reacio a escuchar propuestas locales porque tiene un compromiso verbal con Rizqallah para que se quede por lo menos un año más y consolide no solo el trabajo en el primer equipo, sino también deje bases para las divisiones menores que en el futuro serán, así piensa el árabe y su comitiva, la "mina de oro" que generará ingresos al club con la venta de jugadores.
Pero su continuidad no se puede tomar a estas alturas como algo ya definido. Su permanencia se condiciona a lograr por lo menos dos de los tres objetivos que se trazó para el  2015. El primero, sin ningún orden de prioridades, fue un fracaso: llegar por lo menos a la semifinal de la Sudamericana.
Con el plantel que armó y por el Centenario ganar el título nacional es su meta y sino se da, lo que sería un duro revés para su ego, se conformaría con clasificar a la Libertadores sabiendo de antemano que el Melgar ya tiene un cupo a la Sudamericana del próximo año.
Es decir, Juan se ha puesto como condición para seguir con este proyecto ganar el campeonato nacional y/o clasificar a Melgar a una Libertadores luego de 32 años.
Para llegar a la Libertadores se necesita clasificar a la final de los play off y en caso no se de, aún le quedaría otra opción que es ganar un honorífico tercer puesto que disputarán los perdedores de las seminales, en ese caso asistiría a la primera fase (repechaje) de Libertadores.
En caso no logre ni lo uno ni lo otro, pensaría seriamente en dejar Arequipa pero no para dirigir en Perú sino para retornar a México donde también tiene mercado de trabajo y  funcionan sus empresas.
Pero existe un factor de peso que lo obligaría a seguir con el equipo y es el económico. Es conocido que ha invertido en este equipo. Ya desde la pretemporada 2014 cuando faltaron pagar algunos gastos de la pretemporada como por ejemplo agua, hidratantes, etc., puso de la suya con cargo a devolución.
No solo ha hecho un préstamo sino varios que demuestran su faceta altruista cuando quiere que algo funcione cómo él lo espera.
Si deja Melgar, quién le asegura que le devolverán lo que ha invertido y/o prestado, en un año 2016 donde al parecer no se tendrá la bonanza del 2015 debido a que se comenzará a pagar la deuda concursal (más de 4 millones de soles) y porque sino se campeona Jader no piensa volver a reventar la billetera.
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