Por fin dio la cara y
rompió su silencio. El dueño de Melgar, Jader Rizqallah, explotó de euforia
tras ganar el Descentralizado con declaraciones que lo pintan de cuerpo entero.
Temperamental y sin
pelos en la lengua respondió a las preguntas pese a que sus acompañantes
trataron de impedir que lo haga. “Esto es un trabajo serio. Se logró todo esto
contra todo y todos, hasta los periodistas han estado contra este trabajo, pero
Dios es grande”.
“Quiero que
comprendan que este es un sueño, eso es lo que la gente no entiende”, siguió ya
con un tono de voz más elevado. “Este no es un negocio como la gente piensa. El
árabe qué se lleva, el árabe no se lleva ni mierda, el árabe va a traer”.
“Este es el inicio de
algo nuevo, de algo mejor”, finalizó.
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