Mineiro desnudó a Melgar. Era lo que se esperaba de un
rival con categoría internacional. Y aunque el comienzo fue auspicio con el
transcurso de los minutos, ese ideal por ganar un partido de Libertadores luego
de 32 años (el último triunfo fue el 1 de abril de 1984, 2-0 Cristal en
Arequipa) se fue diluyendo con el transcurso de los minutos.
Se arrancó bien, metiendo ese
pressing arriba que en el torneo local lo convierte al dominó en un equipo
insoportable en casa. La cosa pintó mejor cuando Fernández anotó el 1-0 a los
13`PT. Todos pensaban que el triunfo era posible, recordaron que si por la Sudamericana
se había goleado 4-0 a Junior hace poco (18 de agosto, 2015) entonces también
se podría vencer a un cuco continental como es el “gallo”.
Pero esto es Libertadores y
para jugarla se necesita de un nivel que está aún varios escalones más arriba
de lo que este Melgar puede ofrecer. Si para el Descentralizado se está
buscando una consolidación futbolística a nivel internacional aún el equipo
está en formación.
Mineiro sin Robinho, Dátolo o
Thiago, algunos de sus referentes, puso en el gramado del “Monumental Arequipa”
a un plantel que con el pasar de los minutos se asentó e hizo pesar su
jerarquía.
No fue necesario que el
“gallo” fuera un equipo descollante. Simplemente hizo lo justo para sacar
diferencias. A los 21` Rafael Carioca puso el 1-1 de un potente remate de larga
distancia.
El gol fue un gancho al hígado
a la concentración del dominó. Se perdió la brújula ante un rival que siempre
vio el norte. Los brasileños comenzaron a jugar a su ritmo sometiendo a Melgar
que vio frustrados sus intenciones de reaccionar. Cada vez que intentó hacerlo
sintió un mazazo en la espalda, un estate quieto que lo intimidó.
Antes de terminar el primer
tiempo (38`), Patrick, otra de las figuras del equipo del uruguayo Diego
Aguirre, dio vuelta al marcador. Ingresó al área como en su casa, se sacó la
marca de un defensa y del portero Ferreyra para colocar el 2-1.
En el complemento las cosas no
variaron. Reynoso sacó a Santamaría para colocar al costarricense Estrada,
luego Sánchez entró Arias y Carlos Fernández ingresó por Zúñiga. No hubo
ninguna mejoría en lo colectivo y si Melgar no juega en equipo es poco lo que
puede hacer.
El final tuvo a Melgar tirado
adelante, dignamente al ataque en busca del empate a sabiendas de que más cerca
estaba el tercero de Mineiro.
Luego de 32 años, Melgar
volvió a la Libertadores y sintió la pegada, la falta de roce a este nivel. Ya
no queda lamentar este resultado pero sí analizarlo para plantear el partido
del 24 de febrero en Santiago ante Colo Colo. Por ahora queda la esperanza
de la revancha en el torneo local cuando reciba el sábado a Juan Aurich a las 8
p.m.
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