Algo pinta mal en el IPD Arequipa

Las denuncias contra la dirigencia deportiva del Perú, en especial las acusaciones contra el Comité Olímpico Peruano, el Instituto Peruano del Deporte y federaciones deportivas nacionales por malversación de fondos, asociación ilícita para delinquir, lobbys en contrataciones de bienes y servicios han destapado la corrupción que impera en el deporte peruano. En medio de es coyuntura a inicios de semana el profesor Miguel del Carpio fue cesado en el cargo de jefe del IPD-Arequipa.

La medida que llegó desde Lima, pero que fue sustentada con documentación enviada por la administración del mismo IPD mistiano. Tan drástico han sido que hasta está prohibido de ingresar a las instalaciones de esta institución, lo que ha sido comunicado a todos los responsables de los escenarios deportivos.
Su "remoción del cargo" es hasta que se culmine las investigaciones por diversas observaciones en su gestión, por ejemplo en el pintado de las fachadas del minicoliseo de gimnasia y el gimnasio de Cerro Juli. Habría una sobrevaloración de precios y no se siguió con las indicaciones del contrato.
Ahora con Contraloría soplando en la nuca y con las múltiples denuncias realizadas en la capital por actos de corrupción donde participó el medallista olímpico y ex jefe del IPD, Francisco Boza, el presidente del Comité Olímpico (José Quiñónez) y el actual jefe del IPD (Saúl Barreda), están tratando de vender la imagen de que intentan limpiar la casa de irregularidades y chocan como siempre con el hilo más fácil de romper, provincias.
Lo que Lima quizá olvida es que la toma de decisiones son de ellos y que provincias solo acatan por una costumbre de sumisión. Por ejemplo, hace unos meses el IPD destinó un auto a Arequipa, todos pensaron que con la camioneta que estaba en esta ciudad y que en un tiempo sirvió de movilidad para tres sedes (Arequipa, Tacna y Moquegua) los problemas de transporte para movilizar a deportistas se habrían solucionado, pero la Barreda decidió que la camioneta sea cedida al IPD Junín.
Ahora bien, la camioneta en Arequipa solo servía para transportar al personal y en algunos casos trasladar material deportivo, pero casi nunca estuvo al servicio de los deportistas ni cuando, en el caso de los ciclistas, salía a ruta el IPD no les brindaba el resguardo de su movilidad o les conseguía una moto de escolta que bien hubiera servido para evitar la muerte de un joven ciclista seleccionado mistiano hace unas semanas en la Panamericana.
Además se sabe que están iniciando una investigación especial con los contratos de alquiler de los exteriores del estadio Melgar y el motivo por el cual el IPD está asumiendo los pagos de servicios de agua y luz del coliseo Arequipa pese a que se encuentra bajo la administración de la Municipalidad Provincial de Arequipa que ha comenzado a usufructuar con este escenario alquilándolo a actividades religiosas y artísticas.

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