En su último partido en Huancayo, Melgar resumió todo lo que hizo en
Apertura. Apático por momentos, sólido e ingenioso en otros, sin argumentos ni
ideas para solucionar problemas, y con amor propio, que es que quizá lo
único que no se puede reclamar a los pupilos de Juan Reynoso.
El 2-0 que le propinó Sport Huancayo ha remecido los cimientos
de un equipo diezmado por las bajas de las últimas semanas (Herrera,
Chávez, J. Fernández, Villamarín y Aguirre) y otros que fueron blanqueados por
el DT dominó como Ascues o Hinostroza. Pero no han sido los único factores que han mermado al subcampeón peruano.
Ysrael Zúñiga hace tres semanas reunió a todos sus
compañeros y habló con términos de vestuario para pedirles “compromiso” pero no
con el equipo, sino con ellos mismos. Y es que a algunos le habían agarrado un
cariño especial a las noches arequipeñas.
Lo de ayer fue un deja vu de 14 fechas anteriores. Por
momentos bien y hasta peligroso con un cabezaso de Santamaría, un mano a mano
errado por Omar Fernández quien luego desperdició un penal que pudo ser el de la
victoria. Pero volvió a sus vaivenes de siempre típicos desde su última
victoria ante Unión Comercio, ya hace cinco jornadas, coincidentemente cuando
Herrera fugó a México.
Un gol de Preciado y otro golazo de Trujillo, devuelven a
Melgar a Arequipa con una derrota que no duelo, sino que preocupa con miras al
Clausura, que es la última oportunidad que tienen para pelear el título
nacional.
Reynoso no ha podido encontrar en su plantel respuestas y ha
echado mano de todo lo que tiene, pero sin solución. Por ejemplo, en el Torneo
de Verano usó 25 jugadores, en la Libertadores 23 y en el Apertura 30.
Hoy los que no viajaron (Barrientos, Ascues, Hinostroza,
etc.) a Huancayo entrenan a las 7:30 a. m. en el colegio de Abogados, y el
lunes lo hará todo el plantel completo.
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