Bernardo, el hijo pródigo de Melgar

Primera foto de Cuesta en Arequipa. Debutó con doblete ante Boys en agosto del 2012.
Frank Palomino, volante cusqueño, antes de dejar Melgar en 1998 lanzó una frase que es una de las muchas máximas que tiene el fútbol. "Existen jugadores para ciertos clubes, yo no soy para Melgar", reconoció Paluco antes de volver a su casa: Cienciano.

Son casos aislados, pero existen. Palomino que jugó en Melgar dos temporadas (1997 y 1998) no pudo repetir ese rendimiento que mostró no solo con la roja, sino en Sipesa, Universitario y Ciclista Lima. Con la dominó solo pudo anotar 2 goles en 29 partidos, el único recuerdo que dejó es un poco de dinero cuando fue vendido al Yunnan  Hongta del fútbol chino al finalizar el primer semestre de 1998.
Bernardo Cuesta es la otra cara de la moneda. El rosarino que el pasado 20 de diciembre cumplió 29 años de edad tiene una ligazón con Melgar que no se limita a los 73 tantos que anotó con los rojinegros desde que llegó en agosto del 2012, sino a otro factor mucho más profundo.
La rojinegra está hecha para él. Con otras camisetas no le ha ido bien.
Pese a que ha probado suerte en otros tres clubes profesionales, ha sido en Arequipa donde ha logrado destacar. Hagamos un recuento, Berni llegó a Melgar en agosto del 2012 en calidad de jugador amateur. Con la dominó se hizo profesional, anotó 7 goles con tres dobletes incluidos. Su debut fue ante Sport Boys al que convirtió dos tantos.
Se quedó en el 2013 y 2014, pero para el 2015 cuando todos esperaban su renovación de contrato para el Centenario decidió emigrar a The Strongest de Bolivia, club que iba a jugar  Copa Libertadores y que le serviría como envión para ir al fútbol asiático. No fue así. Tuvo minutos en Libertadores y también en el torneo altiplánico, pero no destacó. En mayo de ese año, tras cuatro meses en los tigres, rescindieron su contrato y volvió a Melgar. Todo lo malo que vivió en La Paz rápidamente pasó al olvido. Es más, fue el autor del tanto que le dio al dominó el título nacional frente a Cristal.
En el 2016 le fue bien, pero tenía aún clavada la espina de brillar en otro club que no fuera Melgar. A esas alturas ya con las obligaciones de padre de familia y la necesidad de ganar más dinero para asegurar un buen futuro, aceptó en diciembre de ese año la propuesta de Junior de Barranquilla, uno de los equipos más importantes de Colombia. 
Solo duró ocho meses. En setiembre último fue cesado y prestado al club chileno Huachipato, donde terminó el año sin mucho brío: jugó 10 partidos y no anotó ni un tanto.
En el 2017 no le fue nada bien y el 2018 pintaba discreto, pero apareció la posibilidad de  Melgar y no dudó en volver a casa.
Ayer, jueves 29 de diciembre, el medio digital chileno soyacerero, dedicado a dar información del club Huachipato, confirmó la partida de Cuesta a Melgar que aún no ha oficializado el retorno de su hijo pródigo.

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