Melgar no pudo soportar más el invicto y se aleja de la pelea por el TDV

Cuesta peleó toda la noche con su propia ineficacia frente al arco. Foto Click.
Melgar desperdició la posibilidad de tomar la punta del grupo B del Torneo de Verano al perder, luego de 21 fechas en el campeonato peruano (18 con Enrique Meza como entrenador), frente a Real Garcilaso del Cusco.
El 1-2 de ayer en el estadio Monumental Arequipa trajo consecuencias predecibles en un ambiente que desde la temprana eliminación en Copa Libertadores, se tornó desconfiado con el trabajo del DT rojinegro y su plantel de jugadores.
La desazón se reflejó en los silbidos e insultos que se escucharon durante el partido y que ganaron más fuerza cuando el árbitro Alarcón dio el pitazo final. Por las redes sociales, un termómetro para medir la reacción del hincha, la resignación por luchar el título del TDV pasó al comentario bilioso por una derrota difícil de digerir porque estos eran los 3 puntos que se tenían que ganar para ratificar la condición de favorito ante un rival que iba a poner a prueba todas virtudes.
Cuando no se puede a las buenas, a las malas. Melgar trató de ganar a empellones, no tuvo resultados. Foto Click.
Y así fue. El examen que tomó Real a Melgar fue de entrada muy complicado. Un gol a los 2´de Lojas luego de un córner puso las cosas patas pa´arriba. Pero el panorama oscurecería más cuando a los 20´ Archimboud puso el 2-0. 
Melgar no se derrumbó, pero no tuvo eficacia para reaccionar con jerarquía. No mostró más ni menos de lo que ha mostrado antes. Jugadores lanzados al ataque, presionados por un marcador en contra, intentando luchar contra sus propias limitaciones colectivas e individuales, hubo un derroche de entrega que fue a la par de errores que antes se sobrellevaron con la excusa de mantener el "invicto".
Primero fueron los pelotazos a las espaldas de la defensa, luego el excesivo toque sin disparar al arco, cualquier vía que se probó para llegar al gol fue inservible. Y no es que Melgar haya jugado tan mal como la óptica biliosa y lógica tras una derrota quiera ver, pero qué se puede hacer si no hay gol. 
Tejeda que anotó el descuento de penal (63´) tuvo, como en todos los partidos, un par más de acciones más para convertir y las erró; Cuesta, el goleador, no estuvo en su día y hasta estrelló un pelotazo en el travesaño, y el buen Cachete Zúñiga cuando ingresó hizo lo que pudo tomando en cuenta que recién está agarrando ritmo de competencia.
Lo que queda claro a falta de cuatro fechas para terminar el TDV es que salvo Narváez los refuerzos que se trajeron al momento no marcan la diferencia. Míguez, Villamarín y Bianccuchi no están para resolver problemas, y eso es justo lo que se les pide.
Arce, que camaleónicamente  pasa de héroe a villano según el resultado, tampoco estuvo fino con un tiro de larga distancia o el cobro de un tiro libre para "salvar la tarde".
Tras el partido, en la conferencia de prensa, Meza dijo lo que tenía de decir. Muchos le piden la autoflagelación disfrazada en autocrítica, pero qué puede decir para justificar no solo la derrota sino el porqué su equipo se ve tan endeble si él tampoco tiene una explicación.
Melgar no es que juega mal, pero no está al nivel que la jerarquía ganada en los últimos años lo obligan. El clasificar consecutivamente tres veces a Libertadores y luchar el título nacional desde el 2014 te dan otras obligaciones y exigencias, esas que están hechas para equipos autodenominados "grandes".
Desde la eliminación en Libertadores el vestuario se volvió inestable y lo fue más cuando Hinostroza dejó el plantel. Se ha hablado hasta de un cortocircuito entre jugadores y el comando técnico, lo que ha sido desmentido por ambos lados; y  horas antes del partido de Real se corrió el rumor de un caso de indisciplina. Si hay algo que se tiene  que arreglar primero es la interna y luego todo fluirá.

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