Historias negras del fútbol
El suicidio, dicen algunos, es el último acto valiente de un
cobarde. El fútbol tampoco ha estado exento de estos episodios que por ser tan
dramáticos tocan a todos.
“Y nos seguimos juntando con
gente que a uno le soltó la mano y que no son capaz de preguntar cómo está uno!
Igual Dios pone las cosas en su lugar”, escribió a sus amigos utilizando wasap
antes de intoxicarse con pastillas y alcohol, Julio César Toresani, exjugador
argentino que compartió vestuario con Nolberto Solano en Boca Junior (1997).
El “huevito”, como se le conocía, se autoeliminó en abril
último. Fue encontrado en el local de la Liga Santafesina de Fútbol, lugar
donde vivía, debido a los grandes problemas económicos que lo agobiaban. La
depresión lo llevó a tomar esa determinación. “Gracias amigos por estar, ustedes ya saben”,
fue lo último que wasapeo.
Otro caso que conmocionó al
mundo futbolístico fue el del boliviano Ramiro
"Chocolatín" Castillo. En junio de 1997 su mejor hijo, José Manuel,
murió. El golpe fue muy duro para el seleccionado altiplánico que llegó a jugar
en el River de Argentina. Ese lamentable suceso le impidió jugar la final de la
Copa América con Brasil.
Cuatro meses después fue encontrado ahorcado con una corbata
en una de las habitaciones de su domicilio, ubicado en el barrio residencial de
Achumani (La Paz). Tenía 31 años de edad.
Robert Enke era una de las promesas en el arco de Alemania.
Jugó en Borussia Mönchengladbach, Benfica y en 2002 llegó al Barcelona. Su paso
por España no fue bueno por algunos errores que cometió y las críticas de la
prensa. Continuó su carrera en Fenerbahçe y Tenerife hasta que decidió regresar
a su país en 2004.
Con el Hannover volvió a retomar su gran nivel e
incluso jugó para la Selección de Alemania y fue convocado a la Eurocopa de 2008.
Su condición había empeorado luego de la muerte de su hija de 2 años en 2006
por una enfermedad del corazón.
El martes 10 de noviembre de 2009, tres días después de
jugar ante el Hamburgo, Enke se levanta de la cama y le dice a su mujer
que se va a entrenar. Pero no. Enke se marcha directo a las vías del tren de la
localidad de Neustadt am Rubenberge. Se mata.
Sólo después de su fallecimiento, Teresa, su esposa reveló su gran secreto: la depresión lo mató. La prensa
alemana titularía "Enke, ahora entendemos
lo mucho que ha sufrido".
"Me he dado cuenta de
que ya he sido declarado culpable. No quiero dar más preocupaciones a mi
familia y a mis amigos. Espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida; al
final en él encontraré la paz que nunca tuve", con una carta
se despedía Justin Fashanu, el
futbolista inglés de padres nigerianos, después de sufrir las consecuencias de declararse homosexual,
mientras jugaba al fútbol profesional en Inglaterra.
Fue el primer jugador negro por el que se pagó un millón de
libras esterlinas en Inglaterra, Nottingham Forrest adquirió sus servicios en
1981 por esa cifra. Los rumores de visitar bares gays hicieron que lo fueran
relegando en diferentes equipos y solo hasta 1990 declaró abiertamente su
homosexualidad en una entrevista al diario The Sun.
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