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| Para Arequipa fue un monólogo de triunfos predecibles, para los demás representantes peruanos solo una posibilidad de viajar. |
Desde que Argentina decidiera en el 2015 no organizar y posteriormente renunciar a los Juegos Deportivos de la Juventud Trasandina, los cimientos de los Juegos Trasandinos han perdido consistencia, se fueron debilitando al punto de que quedaron a merced de cualquier motivo para desaparecer y al parecer el coronavirus es esa gran excusa.
Los Juegos que se idearon en 1991 por el profesor chileno Luis Gallardo y que se concretaron en 1997 cuando se firmó el Acta de Arequipa que fue el punto de partida para que en 1998 se dispute la primera edición: Chile 1998, han llegado a un punto de no retorno.
Con un Perú dubitativo al igual que Bolivia y con Chile como el único que se ha mantenido firme en su posición de hacer todo lo posible que los Judejut se realicen aunque sea con dos países, el futuro sigue es oscuro.
Ya los Juegos superaron a regañadientes otras situaciones complicadas como en el 2009 cuando se suspendieron porque Bolivia que tenía que organizarlos decidió no hacerlo por una epidemia de Dengue. Luego sucedió lo del 2015 cuando Argentina reclamó que se cumpla el Acta de Arica que obligaba a dar mayor competitividad al evento, pero como Bolivia, Perú y Chile se negaron a hacerlo desistió en realizarlos y desde ese año abandonó el barco.
El año pasado, la responsabilidad recayó en Perú y Arequipa tomó la batuta, pero por falta de gestión en conseguir presupuesto se cancelaron. En este 2020 todos soñaron que los Judejut tomarían un nuevo aire, resucitarían, pero llegó el coronavirus y tiró todo por los suelos.
Aunque los más románticos piensan que el espíritu Trasandino resurgirá, los más realistas saben que para que esto se haga realidad se necesita un cambio de estatutos donde las palabras "recreación y confraternizar" se reemplacen por la "competencia" para que reúna a deportistas de nivel.
Se disputaron 19 ediciones hasta el 2018. De ellas en 17 campeonó Arequipa, una clara muestra de que los Trasandinos perdieron todo nivel de competitividad deportiva.
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