Melgar levantará su segundo complejo deportivo, el primero lo perdió


Para mayo de 2023 el Club Melgar proyecta tener operativo su complejo deportivo ubicado en el sector denominado pampas El Pajonal, en el distrito de Mollebaya.

Hace unos días se iniciaron los trabajos de movimientos y nivelación de más de 70 mil metros cuadrados. Ese fue el único legado físico del expresidente de Melgar, Alejandro Corrales Zea (fallecido en el 2020), cuando dejó el cargo en diciembre de 2004.

Tuvieron que pasar 18 años para que comience a ser realidad un proyecto institucional que data, quizá, desde el mismo día de la fundación del club en 1915.

Pero no es la primera vez que Melgar está cerca de tener un campo deportivo propio. El 24 de marzo de 2001, un día antes del aniversario 86 del club, Alejandro Corrales que dirigió los destinos rojinegros de 1993 a 2004, inauguró el complejo deportivo de la Escuela de Fútbol de Menores Melgar en el Fundo Kennedy, donde actualmente quedan las instalaciones del Gobierno Regional de Arequipa.

En diciembre de 2004, se puso la primera piedra en el terreno de Mollebaya. Luego de 18 años la obra se cristalizará.


¿Qué pasó? En mayo de 2000, meses después de que estallara el escándalo de la venta de Ysrael Zúñiga al Coventry de Inglaterra, la Escuela de Fútbol de Menores Melgar que presidía Alejandro Corrales firmó un convenio de cesión en uso por 30 años con el Consejo Transitorio de Administración Temporal (CTAR) Arequipa, ahora Gobierno Regional de Arequipa, que en ese entonces dirigía Olger Vásquez Vásquez.














En el 2001 Melgar inauguró su complejo deportivo para la escuela de menores. Años después el terreno volvería a manos del gobierno regional.






El acuerdo se resume en la cesión de dos terrenos, uno de 5,858.20 m2 y otro de 11,872,575 m2, ubicados en la Av. Kennedy, urbanización César Vallejo y urbanización Viña del Mar.

Melgar solo logró usar el terreno de 5,858.20 m2 donde levantó una cancha de fútbol, vestuarios, baños, etc.

Uno de los puntos claves del convenio es que esta obra debía ser destinada para la masificación del fútbol entre la niñez y juventud de ese sector del distrito de Paucarpata.

Pasaron los meses y los problemas comenzaron. La oficina legal del CTAR se dio cuenta de un vicio. Las instituciones públicas no pueden ceder terrenos a entidades privadas, en este caso el club Melgar o su escuela; pero aparecieron otros inconvenientes más fuertes.

Los trabajadores del CTAR reclamaron porque en esos terrenos pensaban concretar una asociación de vivienda la que ahora es una realidad.

Además, la población del sector estaba molesta porque cuando los niños querían jugar en la cancha se les negaba el ingreso pese a que se había acordado que lo podían hacer libremente.

Pero la principal queja era que el complejo deportivo era utilizado por el equipo profesional para sus entrenamientos cuando estaba destinado para los menores.

Es por esos motivos que el consejo transitorio decide en primer lugar disminuir el plazo de la cesión en uso de 30 a 5 años.

Cuando Corrales inaugura la primera etapa de la obra el sábado 24 de marzo de 2001 no desaprovechó la oportunidad para pedir públicamente que se respete el plazo inicial del convenio y ratificó que el uso del campo era para “las divisiones menores, equipos de primera y segunda división (Melgarcito, Melgar FC y Newell`s Old Boys) y el equipo femenino”. Aunque era consciente de que también lo utilizaban los profesionales.

Pasó el tiempo y el CTAR inició el proceso de recuperación del campo deportivo. Pero ojo no solo pedían que Melgar devuelva ambos terrenos, sino que pague una penalización por el usufructo de esas instalaciones.

Llegó el año 2004. Corrales veía inviable seguir como cabeza del club y arma una lista donde coloca como caballo de batalla a Robert Gutierrez.

Para ese entonces, el convenio entre Melgar y el CTAR, que pasó a llamarse Gobierno Regional de Arequipa, estaba judicializado en etapa de casación.

Las elecciones dirigenciales se realizaron el 30 de noviembre de 2004. Ganó Gutiérrez a una lista de oposición que tenía a Anibal Calle como candidato. Fueron a botar 207 socios de los 255 hábiles, 135 lo hicieron por el oficialismo.



El 1 de diciembre, Corrales brindaba una de sus últimas entrevistas. En ella anunció la compra de un terreno para el estadio y complejo deportivo; y la privatización del club que sería cedido a Ambev.

Días antes de que termine el año, ya se había filtrado la información de la adquisición de un terreno en el sector de pampas El Pajonal (Mollebaya), manzana J lote 4, de más de 70 mil m2.

Corrales quería dejar la presidencia por todo lo alto dejando el soñado terreno al club. El 28 de diciembre de 2004, Corrales puso la primera piedra de la villa deportiva de Melgar en este terreno de 7.1 hectáreas y que le costó al club 35 mil soles, dinero que se depositó en las cuentas de la Municipalidad Distrital de Mollebaya.

El proyecto consistía en un estadio para 30 mil espectadores, canchas de entrenamiento, albergue, oficinas administrativas, etc. Estaba presupuestado en 2 millones de dólares y se esperaba el apoyo del proyecto GOAL de la FIFA (100 mil dólares) para el inicio de los trabajos.

En ese entonces fue todo un viaje ir a ese sector, ahora se ubica a no más de 20 minutos del centro de la ciudad.

Se pensó iniciar las obras en marzo de 2005; pero sucedió lo impensado y no fue la crisis dirigencial que vivió el club por el enfrentamiento entre Corrales y Gutiérrez.

El 21 de enero de ese año llega Manuel Burga, presidente de la Federación Peruana de Fútbol, a Arequipa para una serie de actividades. La principal era la firma del convenio con el GRA para que en el estadio Umacollo se construya la Villa Deportiva de Fútbol de Arequipa con el apoyo del Proyecto GOAL de la FIFA (500 mil dólares) lo que al final no se dio; y el convenio con la universidad San Agustín para la creación de la Escuela de Entrenadores de Fútbol.

De paso, aprovecharía para visitar el terreno de Mollebaya y dar el visto bueno para solicitar el financiamiento de la FIFA.

Burga fue diplomático delante de Gutiérrez, que ya era el presidente en funciones de Melgar; y Corrales, que lo acompañaron. Dijo: “es una gran oportunidad de desarrollo para Melgar”. Pero otro era su pensar.

El titular de la FPF desde que pisó ese terreno eriazo le bajó el dedo y no porque estaba alejado de la ciudad, sino porque no había agua. Es más, se hizo asesorar y le dijeron que en 20 años recién el servicio de agua potable iba a llegar a ese sector. Al parecer se va a cumplir su pronóstico.

Ahí quedó la ilusión de levantar la villa deportiva de Melgar en Mollebaya. Luego el proyecto pasó a un segundo plano cuando comenzaron los enfrentamientos dirigenciales y fue olvidado por los presidentes que llegaron después.

Cuando Jader Rizqallah realiza los primeros prestamos de dinero a Melgar en el 2013, Carrizales & Vidal Abogados, que eran los administradores temporales, le dan como garantía no solo los símbolos y colores representativos del club, sino las dos propiedades del club: calle Consuelo local institucional el terreno de Mollebaya.

Melgar compró el metro cuadrado a 0.50 céntimos de sol, ahora ese sector donde antes abundaban ladrilleras artesanales (algunas aún existen) está a 150 soles el m2 aproximadamente. Al final ese terreno fue una buena inversión.

Pasaron los años y como Melgar no hacía nada en esa propiedad, la municipalidad de Mollebaya trató de recuperar el terreno y hasta algunos pobladores quisieron invadirlo. Es por eso que Rizqallah, que también está metido en el negocio inmobiliario en Lima, ordenó colocar parapetos rojinegros para que sepan que esa área es de propiedad de Melgar.

Hace unos días comenzaron los trabajos de nivelación del terreno que es bastante accidentado. Persiste el problema del agua, pero también hay una solución (bombear agua del subsuelo) que es una alternativa usada por las pequeñas fábricas que existen en los alrededores.

El proyecto que pretende hacer Melgar no se conoce en sí, pero lo que está claro es que será destinado no solo para que sea usado por el equipo profesional sino por los menores y el plantel femenil.

NO FUE LA PRIMERA VEZ

Antes del terreno que Corrales compró en Mollebaya, Melgar tuvo opciones claras en dónde construir su complejo. Por ejemplo, en 1990 con motivo de las Bodas de Diamante (75 años), la comuna distrital de Socabaya obsequió una propiedad donde puedan tener su cancha. El titular del club era Gilberto Corrales Paredes. El proyecto no se concretó.

Años atrás, nos contó el expresidente de Sportivo Huracán, José Luis Quiroz; vendió un terreno cerca al cementerio de la Apacheta al club Melgar cuando el presidente era Víctor Viza.

El único club del fútbol grande de Arequipa que tiene campo deportivo es el Sportivo Huracán en La Pampilla. Aurora pudo tener uno pero no logró concretar la adquisición de un terreno en Zamácola (1990) y el club Independencia Americana en 1969 pretendió tener su villa deportiva en la variante de Uchumayo, pero sus socios no lo hicieron realidad.

 

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