El pasado 18 de abril el coliseo Arequipa cumplió 60 años.
Fue un sabado de 1964 cuando toda Arequipa vio hecha realidad la “obra más
importante del siglo”, como la catalogaron los periódicos de aquellos años; en
un ambiente de algarabía porque ese día, por la noche, se inauguraba IV Campeonato
Mundial de Básquet Femenino.
El coliseo Arequipa fue el resultado de un anhelo de
todos los arequipeños que veían al coliseo Municipal (fundado en 1940)
obsoleto, pequeño e incapaz de albergar la intensa actividad deportiva mistiana en tres deportes: básquet, vóley y box.
El coliseo Municipal quedó chico y obligó a que algunos
torneos de básquet y vóley se programen en la cancha de uso múltiples que se
instaló al frente de la tribuna norte del estadio Melgar que, además de ser
sede de los campeonatos de fútbol oficiales, también albergaba el atletismo y
algunas pruebas de ciclismo.
Además su construcción fue una muestra del empuje del pueblo arequipeño que a finales de los 50 e inicios de los 60 fue sacudida por terremotos que destruyeron la ciudad.
Arequipa quería un coliseo y en Lima lo sabían. En 1957
el Comité Nacional de Deportes anunciaba a través del Comité Departamental de
Deportes que otorgaría 2 millones de soles para la construcción de un “coliseo
cerrado”; pero la obra tardaría unos años más en concretarse.
Los finales de los años 50 e inicios de los 60 fueron
años complicados para Arequipa. El terremoto del 15 de enero de 1958 destruyó
gran parte de la urbe de una ciudad que hasta ese momento experimentaba un
crecimiento demográfico importante que iba a la par con el desarrollo de
actividades económicas como la
agricultura, ganadería, comercio e industria.
INICIOS
Tras el terremoto de enero de 1958, cuando el alcalde
municipal era José García Calderón, el gobierno central crea la Junta de
Rehabilitación y Desarrollo del Departamento de Arequipa que tenía como misión
la reconstrucción de la ciudad.
El Gobierno aprobó varias leyes para viabilizar la
rehabilitación de la zona urbana. Por ejemplo, el 16 de enero de 1959 el
presidente Manuel Prado Ugarteche promulga la Resolución Suprema Nº 3-F del
Ministerio de Fomento y Obras Públicas publicada en El Peruano el 28 de enero.
La norma titulada Prolongación de la Avenida IV
Centenario de Arequipa aprobaba el
pedido del Concejo Provincial de Arequipa para expropiar un terreno de
114,350.00 m2 para construir diversas obras consideradas de necesidad y
utilidad pública: prolongación de la avenida IV Centenario y de las calles Deán
Valdivia y San Camilo, y la construcción de edificios públicos: Terminal
Terrestre, Hotel Municipal y Coliseo Municipal.
Se tenía proyectado iniciar las obras de inmediato; es
más, el Concejo anunció en diciembre de 1959 el inicio de la construcción del
terminal y del coliseo para los primeros días de enero de 1960. No fue así.
El 2 de enero de 1960 el alcalde García Calderón puso la
primera piedra del Terminal Municipal y solo visitó el terreno donde años
después se instalaría el coliseo.
Días después, 5 de enero, Arequipa fue sede del
Campeonato Nacional de Básquet Femenino. El torneo se disputó en el estadio
Melgar donde se acondicionaron butacas y gradas para más de 2 mil personas.
Las mistianas querían lograr el título que le fue
arrebatado un año antes en Chiclayo. El 13 de enero, cuando se tenía
planificado jugar la final entre las locales y Lima, otro terremoto sacude
Arequipa (https://deporteaqp.blogspot.com/2022/01/terremoto-obliga-arequipa-compartir.html), por lo
que la organización decide que Lima y Arequipa, igualados en puntaje, sean
coronados campeones nacionales.
Sacudida por dos desastres, las obras de la municipalidad
apuntaban lógicamente a rehabilitar la ciudad, el coliseo pasó a un segundo
plano. Es más, el terreno (5,681.20 m2) destinado para esta obra fue invadido
por familias que necesitan un hogar.
En ese panorama complicado aparece en 1963 la figura de José
Luis Velarde Soto, quien asumió la alcaldía en enero de ese año. Atendiendo el
reclamo de la población que quería su coliseo por intermedio del Comité
Departamental del Deporte presionaba al Comité Nacional del Deporte para que la
obra se inicie tomando en cuenta que Arequipa había sido designada como una de
las sedes del Mundial de Básquet Femenino programado para abril de 1964.
Ante la pasividad del Gobierno Central decide que la
municipalidad financie el proyecto, descartando el apoyo del Comité Nacional
del Deporte. La primera semana de octubre ante la sorpresa de los dirigentes
deportivos nacionales lanza la licitación.
Esta medida hizo reaccionar violentamente al Gobierno y
al Comité Nacional que envía a dos emisarios a Arequipa, Francisco Palacios
(miembro de la Junta de Administración de Recursos del Deporte) y a Guillermo
Toro Lira (presidente de la Federación Peruana de Básquet), para que hagan
recapacitar al alcalde Velarde y rectifique su decisión. Su preocupación era
que la comuna no logre terminar a tiempo el coliseo.
Los representantes de Lima se reunieron con el alcalde
Velarde y llegaron a un buen acuerdo que viabilizaba el aporte económico del
Comité Nacional. Para ello, el terreno tenía que ser cedido a este organismo.
A los días, 14 de octubre de 1963, se elabora el Acta de
Donación por la cual el Concejo dona el área destina al coliseo (5,681.20 m2)
al Comité Nacional del Deporte para la construcción del coliseo. Dicho acuerdo
se oficializa el 29 de octubre mediante la Resolución Municipal N.º 1922.
Asimismo se señala que la obra costará 8 millones 500 mil
soles, de los cuales la municipalidad abonará un millón 500 mil soles y el
resto lo financiaría el Comité Nacional del Deporte.
La construcción a cargo de la firma Julio Peralta Alfaro
S.A., ganadora de la licitación, se inició el 9 de diciembre de 1963. El diseño
del coliseo estuvo a cargo del arquitecto De La Piedra. Fueron 120 obreros los
que comenzaron a trabajar en la majestuosa obra que debía entregarse en un
plazo de tres meses.
El número de peones aumentó a 200 y se programaba
jornadas nocturnas. Al frente de los trabajos estaban los ingenieros Aurelio
Cáceres y Rudy Castro.
La maqueta del coliseo la elaboraron los profesionales
del Comité Nacional del Deporte, ente que también el encargado de ponerle
nombre a la magna obra. Habían dos opciones: Mayta Cápac (en homenaje al
fundador inca de Arequipa) y el de Arequipa, ganó la segunda opción. El coliseo
se llamaría Coliseo Arequipa, a secas.
La obra consistía en un coliseo para 10 mil espectadores
con dos bandejas, una denominada general y, otra, primera que se ubicaba cerca
de la cancha. Todas eran graderías de cemento. Al final la capacidad del
coliseo quedó en 8500 espectadores (7500 general y 1000 primera).
PREMUNDIAL
Se acercaba el Mundial y la expectativa era grande en
Arequipa que ya contaba con un nuevo alcalde, el reconocido empresario alemán
Ulrich Neisser. Pero, como en toda obra, habían algunas observaciones. Tirso
Borja Vizcarra, reconocido periodista arequipeño, era el coordinador de la
Sub-Sede Arequipa del Mundial, y Jorge Murillo fue designado presidente del
Comité Ejecutivo Local, ambos sugirieron que se tenían que realizar trabajos
complementarios como instalar un cerco alrededor del coliseo y que se debía
instalar butacas en la zona preferencial.
Es así como nace Operación Butaca. Se unió toda Arequipa,
el ciudadano de a pie y también las empresas, para dotar de butacas al coliseo
(se necesitaban 700) y darle mejor presentación. Los medios de comunicación,
como siempre, se unieron a la causa. Los diarios Noticias, Correo y El Pueblo
iniciaron campañas con el fin de recaudar fondos para comprar las ansiadas
butacas de madera.
Aceptaron participar en el concurso Scala Regala se
transmitía por Panamericana Televisión de la capital para que tiendas Scala
donde 20 mil soles.
Noticias debía reunir en cuatro días 50 mil soles, El
Pueblo tenía que llevar a un andinista al cráter del Misti y filmar la
travesía; y el Correo se comprometía llevar a los sets de Panamericana un grupo
folclórico que interprete música arequipeña. Noticias logró recaudar más de 56 mil soles.
Se se cumplía alguno de esos retos Scala tenía que
entregar el premio.
Paralelamente se organizaron diversas actividades como un
Intercity de fútbol con la participación de Municipal de Lima y el Always Ready
de La Paz (Bolivia). Todo lo recaudado sería destinado a la compra de butacas.
El IV Campeonato Mundial se iba a realizar en su primera
etapa en tres sedes. Arequipa albergó a Checoslovaquia, Corea, Argentina y Yugoslavia.
Tacna a Rusia, Chile, Japón y Brasil; mientras que Chiclayo a Bulgaria, EE.UU.,
Paraguay y Francia. La fase final se jugaría en Lima y la rueda de consuelo en
Iquitos.
La selección peruana era entrenada por el americano Jim
Mac Gregor que decidió realizar su pretemporada en Arequipa. La preselección tenía
a cuatro arequipeñas en sus filas Bethsabé Dávila, Elizabeth Chávez, Sobeida
Chávez y Magda Ponce.
En Arequipa jugaron dos partidos amistosos en el coliseo
Arequipa. El primero fue con la Association Miraflores, vigente campeón
mistiano, al que venció 45-23, y el segundo con el tradicional Carmen, campeón
juvenil, al que derrotó 55-28.
La segunda etapa de preparación se realizó en Lima donde
se definió el equipo que fue al Mundial. De las cuatro arequipeñas solo
quedaron dos: Elizabeth Chávez (capitana de la selección y bicampeona
bolivariana) y Zobeida Chávez.
MUNDIAL
A una semana de la inauguración del Mundial el coliseo
Arequipa recibía sus últimos retoques. Se terminó de colocar el parqué del
piso que fue tapado para evitar que sea dañado por el sol y el clima con un
inmenso toldo, llegaron de Lima los tableros, los cronómetros de tiempo y el
marcador electrónico.
El 13 de abril llega Corea y causa la sensación. Luego lo
hace Checoslovaquia, Yugoslavia y Argentina. El Hotel de Turistas (ahora Costa
del Sol), ubicado en Selva Alegre, fue el centro de concentración.
La inauguración del coliseo fue espléndida. Más de 8 mil personas repletaron las tribunas. A las 12:15 horas del sábado 18 de abril comenzó la ceremonia con la entonación del Himno Nacional. El Arzobispo de la ciudad, Monseñor Leonardo Rodríguez Ballón, bendijo la obra. Se retransmitieron por radio las palabras de felicitación del presidente de la República, Fernando Belaúnde Terry, y del presidente del Comité Nacional del Deporte, Alfredo Hohaguen.
Tirso Borja Vizcarra, como coordinador del Mundial, dio
un discurso así como el director del Comité Departamental del Deporte, César
Braganini Zapater, que fue el encargado de develar la placa recordatoria.
A la una y media de la tarde el coliseo estaba vació. No
había mucho tiempo para preparar sus instalaciones para otra ceremonia, la
inauguración del Mundial.
Pasadas las 9 de la noche, exactamente a las 9.25 pm. el
vicepresidente del Comité Nacional del Deporte, Alfonso Estremadoyro, dio por
inaugurado el Mundial. Las cuatro delegaciones participantes desfilaron ante el
aplauso sonoro de la concurrencia, pero el que se llevó todas las palmas fue
José Velarde Soto quien subió al estrado y fue ovacionado.
Minutos después comenzó el primer partido del Mundial:
Corea del Sur 87-58 Argentina, el compromiso duró hasta cerca de la medianoche.
El domingo 19 se jugaron dos partidos: Yugoslavia 78-47
Argentina, Checoslovaquia 77-72 Corea del Sur. El lunes 20: Checoslovaquia
72-51 Argentina, Yugoslavia 60-57 Corea del Sur, y el martes 21: Checoslovaquia
74-48 Yugoslavia, ambos equipos clasificaron a la siguiente fase en Lima.
Durante 4 días Arequipa fue sede del Mundial; pero aún la
obra estaba inconclusa.
EL TECHADO
Es común que las obras deportivas en Arequipa se
concluyan a destiempo y en el peor de los casos no se concluyan. Recordemos que
el actual estadio Melgar entró en funcionamiento en 1940, por los 400 años de
fundación española de Arequipa, pero recién se culminó en 1945; el estadio
Arequipa que se inauguró simbólicamente en 1995 aun no está terminado, y el complejo
deportivo de Cerro Juli, denominado el Club del Pueblo, está incompleto porque
no se construyó la piscina que estaba proyectada. Lo mismo pasó con el coliseo
Arequipa.
Tras la inauguración del Mundial quedaba pendiente el
techado. Pasaron 7 años para que se haga realidad y ahí nuevamente aparece la
figura de Velarde Soto.
Para hacer realidad esta obra se tuvieron que salvar
muchos obstáculos. El primero lo puso el Comité Nacional del Deporte que exigía
que el Acta de Donación se convierta en Escritura Pública, solo así se
reiniciaría los trabajos complementarios del coliseo Arequipa que consistían en
la instalación del cobertor.
En 1966 las ligas deportivas se quejan al Comité
Departamental porque el parqué del piso del coliseo en un 40 % se había
malogrado a causa del sol, era necesario la instalación del cobertor.
El 14 de julio de 1967 en la notaría de Eduardo Benavides
se firma la Escritura Pública por la cual el Concejo Provincial de Arequipa se
cede en donación al Comité Nacional del Deporte el terreno donde se construyó
el coliseo Arequipa. Por la comuna firmó el alcalde Alfredo Corzo Masías y en
representación del Comité Nacional, el Dr. Eduardo Sánchez Piérola. Y estuvo
presente el presidente del Comité Departamental del Deporte, Víctor Díaz Lazo.
Esta firma se logró gracias al apoyo del diario El Pueblo que pagó S/ 855 por el trámite notarial, cantidad que la municipalidad ni el comité quisieron desembolsar. La documentación fue enviada a Lima el 17 de julio.
Se realizaron varios estudios de suelo y estructurales.
Los primeros resultados no fueron buenos. Se señalaba que la estructura no
soportaría el peso del techo (400 toneladas). Salvado algunos inconvenientes y
tomando en cuenta la opinión de ingenieros se procede a convocar a la
licitación de la obra en noviembre de 1969.
La buena pro la gana el ingeniero Alfredo Maguiña Larco
con un precio base de 4 millones 180 mil 975.90 soles y el plazo de ejecución
fue de 6 meses. Es decir debía estar terminado para julio de 1970. Es más las
obras se iniciaron en enero de ese año.
En esos años, el Perú vivía un gobierno militar donde el
presidente era el general Juan Velásco Alvarado. La promesa del Ministro de
Educación, General Alfredo Arrisueño, y del presidente del Comité Nacional del
Deporte, Javier Aramburú, era que la obra se terminaría a más tardar en Fiestas
Patrias.
Llegó agosto de 1970 y las obras continuaban. Durante ese
lapso, el parqué del piso del coliseo fue cambiado y colocado las oficinas del
estadio Melgar donde actualmente funciona la Liga Provincial de Fútbol.
De un momento a otro, Arequipa se había quedado sin coliseos porque paralelamente también se estaba remodelando y techando el coliseo Municipal. Es decir, nuevamente toda la actividad deportiva se concentraba en el estadio Melgar.
Se dieron nuevos plazos para culminar los trabajos
diciembre de 1970, enero de 1971, julio de 1971, pero nada.
Nuevamente aparece la figura de José Velarde Soto que fue
alcalde por segunda vez entre los años 1970 y 1973, quien comenzó a exigir al
gobierno que la obra se culmine.
Los trabajos se paralizaban continuamente por huelga de
obreros, falta de presupuesto o de material de construcción. En agosto de 1971
el coliseo ya presentaba su techo, pero se estaban terminando obras como los
servicios higiénicos, instalación de nuevo piso de parqué, tableros, sistema
de iluminación (instalación de reflectores), marcadores electrónicos, cabinas
de transmisión, etc.
El 15 de agosto, día de Arequipa, la obra fue entregada.
Estuvieron presentes el alcalde de la ciudad, Velarde Soto; el presidente del
Comité Nacional del Deporte, Coronel Víctor Mendizabal Esparza; ministros,
entre otros personajes del deporte nacional y arequipeño.
Un día después, el 16 de agosto, el coliseo Arequipa la
sede de la primera edición de Festidanza donde lució un lleno de bandera.
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